Rusia prueba misiles Kalibr y Ónix desde una corbeta en el mar Blanco

Anteriormente ambos proyectiles fueron lanzados exitosamente en ataques a grupos extremistas en Siria.

La corbeta rusa Gremiaschi ha realizado lanzamientos de prueba de misiles de crucero Kalibr y Ónix contra objetivos de superficie en el mar Blanco, informa Tass, citando a la Flota del Norte.

El P-800 Ónix es un misil de crucero supersónico universal antibuque que puede ser lanzado desde submarinos, barcos, aviones y sistemas en tierra. Está diseñado para el combate contra objetivos en la superficie marítima, aunque también puede ser utilizado contra blancos en tierra.

Los misiles de crucero Kalibr, de gran alcance y precisión, ganaron popularidad después de que Rusia los empleara para atacar a terroristas en Siria tras lanzarlos desde pequeñas corbetas ubicadas en el mar Caspio. Los proyectiles sobrevolaron territorio de Irán e Irak antes de alcanzar sus objetivos.

Desarrollados para lanzar proyectiles de crucero con ojiva nuclear 3M10, actualmente estos sistemas disponen de una amplia gama de misiles convencionales con distintas cargas. En su versión de exportación, pueden recorrer hasta 2.300 kilómetros, mientras que aún se desconoce el alcance de las versiones 'domésticas'.

El Gremiaschi, cabeza del proyecto 20385, de cuatro motores diésel modernizados, está siendo sometido a pruebas estatales.

Las corbetas polivalentes de este proyecto están diseñadas para detectar y destruir submarinos y buques de superficie del enemigo. También garantizan las tareas de desembarco de la infantería de Marina, así como la resolución de varias tareas de combate.