La justicia permite a la NSA vigilar sin orden judicial, mientras un exempleado denuncia que la agencia miente a los tribunales constantemente
Esta semana, el Segundo Tribunal de Apelaciones de Nueva York dictaminó que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) puede recopilar datos sobre ciudadanos estadounidenses sin necesidad de obtener una orden judicial si la información se recopila "involuntariamente" mientras se lleva a cabo otra vigilancia legal.
De esta manera se declara admisible esta "recopilación accidental" de información con la red electrónica de la agencia. La NSA se escuda en que la agencia es incapaz de cribar los datos recopilados para saber cuáles han sido obtenidos de manera lícita y cuáles no, pero el exdirector técnico de la NSA, William Binney, dijo a RT que esto no es cierto.
"Han estado mintiendo a los tribunales todo el tiempo. Han tenido la capacidad de resolver esas cosas, pero no quieren hacerlo. Esto les da poder sobre todo el mundo, la capacidad de investigar a los opositores políticos como lo hicieron con el presidente Trump", dijo Binney.
El fallo del tribunal se refería al caso de Agron Hasbajrami, un residente permanente de EE.UU. que fue arrestado en 2011 de camino a Turquía bajo la sospecha de que viajaba a Pakistán para unirse a una organización terrorista. Los fiscales dijeron que Hasbajrami se comunicó por correo electrónico con un ciudadano no estadounidense del extranjero que creía que estaba asociado con esa organización. Hasbajrami impugnó las acusaciones en su contra y preguntó si la NSA había obtenido legalmente información sobre él sin una orden judicial.
El tribunal dijo que la "gran mayoría" de las pruebas que los fiscales utilizaron contra Hasbajrami fueron "recopiladas legalmente", pero los fiscales no proporcionaron información al tribunal de primera instancia sobre si los investigadores habían "consultado" las bases de datos de la NSA. El caso de Hasbajrami fue devuelto al tribunal de primera instancia para determinar si las pruebas en su contra fueron legalmente recopiladas y admisibles en virtud de la Cuarta Enmienda a la Constitución, que prohíbe pesquisas y aprehensiones arbitrarias irrazonables.
El caso de Hasbajrami es raro, ya que tenía conocimiento de que la agencia había recolectado las pruebas en su contra, cuando lo habitual es que un acusado ignore que las agencias clandestinas están investigando su caso.
"La CIA, el FBI, la DEA [Administración para el Control de Drogas] y otras personas encargadas de hacer cumplir la ley tienen acceso a esos datos para buscar delitos comunes en EE.UU., y lo usan contra ciudadanos estadounidenses en tribunales penales sin avisar a nadie en el tribunal, ni siquiera a los abogados. Por lo tanto, están violando fundamentalmente los derechos de miles de ciudadanos estadounidenses cada año (...) sin ningún tipo de supervisión", dijo Binney.