El submarino ruso del proyecto 885M Yasen-M de propulsión nuclear Novosibirsk ha sido puesto a flote este miércoles en los astilleros de Sevmash, en la región de Arjánguelsk, en el extremo noroeste de Rusia.
El proyecto Yasen-M, (denominado Graney en la codificación de la OTAN) es el más caro y avanzado en la historia naval rusa y, según algunas fuentes, el coste unitario de cada nave asciende a casi 3.330 millones de dólares.
A día de hoy, la Armada rusa cuenta con seis submarinos del proyecto 885M en distintas etapas de construcción. En 2019, se firmó un contrato para la construcción de dos unidades más de esta clase.
Las naves de este proyecto disponen de 24 misiles de crucero en ocho lanzaderas verticales y están fabricadas en acero no magnético y de alta duración, con lo cual pueden sumergirse a profundidades de hasta 600 metros y son prácticamente inaccesibles para cualquier tipo de arma antisubmarino moderna.
Sus ocho silos verticales son multifuncionales y pueden cargarse tanto con misiles antibuque 3M55 Onix —24 misiles, tres en cada silo— como misiles antibuque X-35, misiles de crucero con ojivas nucleares X-101 o misiles para ataque a tierra del sistema ZM-14E P-900 Club, con un alcance de 5.000 kilómetros.