Un alto general iraní y el jefe de una milicia chiita iraquí mueren en el ataque de EE.UU. con misiles al aeropuerto de Bagdad
El mayor general iraní Qassem Soleimani falleció este jueves en un ataque de misiles que tuvo lugar en la capital de Irak, Bagdad, informa Reuters citando a un representante de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), una coalición de grupos paramilitares proiraníes. Otra víctima del bombardeo fue el jefe de la organización, Abu Mahdi al Muhandis.
El ataque tuvo lugar cerca del aeropuerto internacional de la capital iraquí y provocó el incendio de dos vehículos. Grupos paramilitares citados por Reuters dijeron anteriormente que la acción había resultado en la muerte de cinco de sus miembros y dos "invitados importantes".
El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) también confirmó la muerte de Soleimani en un comunicado citado por la agencia Fars.
Soleimani era el comandante de la Fuerza Quds, la unidad del CGRI responsable de las operaciones especiales fuera del territorio de Irán, desde 1998.
El Pentágono asumió la responsabilidad del asesinato e indicó que fue ordenado por el propio presidente Donald Trump. Según la Defensa estadounidense, el bombardeo fue dirigido contra Soleimani y "tenía como objetivo disuadir futuros planes de ataque iraníes".
Al mismo tiempo, una fuente de Newsweek en el Pentágono reporta que la Defensa estadounidense está a la espera de un análisis del ADN de las víctimas para confirmar la muerte de Soleimani y al Muhandis.
Por lo que respecta a Al Muhandis, además de dirigir las FMP fue fundador y líder, desde 2003, de uno de sus grupos integrantes, el movimiento paramilitar chiita Kataib Hezbolá (KH). El 29 de diciembre, sus bases fueron atacadas por EE.UU., una acción que dejó un saldo de 25 muertos y provocó el asalto a la Embajada estadounidense en la capital iraquí.