Este 2 de enero, EE.UU. llevó a cabo un ataque de misiles cerca del aeropuerto internacional de Bagdad (Irak). El Pentágono afirmó que el ataque fue efectuado "bajo la dirección" del presidente de EE.UU., Donald Trump, y "tenía como objetivo disuadir futuros planes de ataque iraníes".
El Departamento de Defensa acusó al general iraní Qassem Soleimani, quien lideró durante más de dos décadas las Fuerzas Quds, de "desarrollar activamente planes para atacar a los diplomáticos y miembros del servicio estadounidenses en Irak y en toda la región".
Soleimani fue una figura clave en la dirección de las acciones militares de Irán en la región. Estaba al frente de los servicios de inteligencia iraníes y, gracias a sus numerosos méritos, gozaba de una gran popularidad entre los iraníes.
Tras la muerte del destacado militar, el jefe de Estudios Americanos de la Universidad de Teherán, Mohammad Marandi, comentó que el papel que desempeñó Soleimani en la liquidación del Estado Islámico lo convirtió en "un héroe nacional" tanto en Irán como en otros países de Oriente Medio.
En ese contexto, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, ha declarado este viernes que tras este ataque de EE.UU. el mundo se enfrentó a "una nueva realidad".
"Ciertamente hoy nos hemos enfrentado a la muestra de una nueva realidad, es decir la eliminación de un representante del Gobierno de un Estado soberano, un funcionario público, sin una correlación de estas acciones con alguna base jurídica", afirmó la vocera en el marco de una entrevista con el canal Rossiya 24.
Según Zajárova, se trata de "un hecho extremadamente importante, que lleva la situación en un plano completamente distinto".
Zajárova opinó que el ataque realizado por Washington será abordado en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, que se celebrará este viernes en Nueva York.
Asimismo, la portavoz de la Cancillería rusa precisó en un post en su Facebook que "aparte de la escalada de la tensión en la región, que inevitablemente golpeará a millones de personas, esto [el ataque de EE.UU.] no llevará a nada".
Reacción de Irán
El presidente de Irán, Hasán Rohaní, declaró que Teherán y otras naciones de la región "vengarán" el asesinato de Soleimani y aseguró que esta acción hará que Teherán esté "más decidido" en su resistencia contra EE.UU.
Previamente, el canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, calificó los ataques de EE.UU. de "acto de terrorismo internacional", mientras que el líder supremo del país, Alí Hoseiní Jameneí, advirtió que a los "criminales" que mataron al general les espera una dura venganza.