El presidente de Colombia, Iván Duque, señaló al Ejército de Liberación Nacional (ELN) como posible autor del atentado contra una base de la Fuerza Aérea Colombiana en el municipio de Yopal, departamento de Casanare, al noreste del país.
"Todos los indicios van orientados a que el ELN está detrás de este ataque", dijo el mandatario en declaraciones a la prensa.
Según Duque, este ataque fue "una reacción a la presión que ha venido ejerciendo la fuerza pública" contra las "organizaciones criminales" en esa región.
El atentado
A las 02:25 (hora local) de la madrugada, aproximadamente, de este viernes, artefactos explosivos fueron lanzados desde una volqueta hacia las inmediaciones de esa base militar aérea.
El comandante de la Fuerza Aérea Colombiana, general Ramsés Rueda, informó que el atentado se realizó con 25 artefactos artesanales, lanzados desde igual número de tubos que estaban dentro de la volqueta, de la que circulan fotografías en las redes sociales.
De los artefactos lanzados, tres cayeron dentro de la unidad militar y uno cerca de las barracas donde se hospedan las mujeres militares.
En el atentado, una suboficial resultó herida, tras ser afectada por esquirlas, informó Rueda, quien detalló que la militar fue sometida a cirugía y ya se encuentra estable y fuera de peligro.
Además, con la explosión, varias viviendas y estructuras aledañas a la explosión fueron afectadas.
Las Fuerzas Militares de Colombia reprocharon el ataque e informaron que desplegarán todas sus capacidades "para establecer los responsables".
Entretanto, Duque manifestó que la capacidad de respuesta del Ejército colombiano "será contundente" y enfatizó que "se mantiene la presión frente al ELN".
Diálogos con el ELN
Según el mandatario, este atentado "es una demostración más de que el ELN no tiene ninguna voluntad de paz con Colombia, ellos quieren seguir el camino de la violencia y el terrorismo".
El 19 de enero de 2019, Duque dio por terminado el proceso de diálogo de paz con el ELN que había comenzado su antecesor Juan Manuel Santos y ya se había extendido por 17 meses, luego de que el grupo guerrillero aceptara la autoría del atentado perpetrado en una escuela de cadetes en Bogotá, que dejó un saldo de 21 muertos y 68 heridos.