En respuesta a la exigencia de Irak sobre la retirada de las tropas estadounidenses, el Departamento de Estado de EE.UU. respondió este viernes afirmando que cualquier delegación estadounidense enviada al país árabe será para debatir la alianza estratégica entre Washington y Bagdad, no para quitar sus efectivos, informa Reuters.
Desde el país norteamericano argumentan que la presencia de sus fuerzas en la zona resulta "apropiada". "No obstante, es necesario que haya una conversación entre los gobiernos de EE.UU. e Irak, no solo respecto a la seguridad, sino también sobre nuestra asociación financiera, económica y diplomática", explicó el portavoz Morgan Ortagus en un comunicado de dicho departamento.
El pasado jueves el primer ministro iraquí, Adel Abdul Mahdi, solicitó al secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, que enviara a su país una delegación para formular el mecanismo para llevar a efecto la resolución del Parlamento que pide la retirada de las tropas estadounidenses de Irak.
"El primer ministro dijo que las fuerzas estadounidenses habían entrado en Irak y los aviones no tripulados están volando en su espacio aéreo sin el permiso de las autoridades iraquíes y esto fue una violación de los acuerdos bilaterales", rezaba un comunicado del Gobierno de Irak sobre la petición a Pompeo del jefe del Gobierno.
En la misma línea, Abdul Mahdi recalcó que Irak rechaza todas las violaciones de su soberanía, incluido el ataque del Pentágono que el pasado jueves acabó con la vida del general iraní Qassem Soleimani en el aeropuerto de Bagdad o el lanzamiento de respuesta de 22 misiles por parte de Teherán contra bases iraquíes que albergan soldados estadounidenses.
Una semana de tensión
La situación en la región se ha vuelto explosiva desde que el pasado jueves un ataque aéreo lanzado por el Pentágono en Bagdad acabara con la vida de 12 personas, entre ellas Soleimani y el líder de Kataib Hezbolá y de las Fuerzas de Movilización Popular, Abu Mahdi al Muhandis.
Tres días después del asesinato de Suleimani, el Parlamento de Irak aprobó una resolución que pone fin a la presencia de tropas extranjeras en suelo iraquí y les prohíbe "usar su suelo, espacio aéreo o aguas por cualquier razón". En respuesta, el presidente de EE.UU., Donald Trump, amenazó con imponer al país árabe "sanciones como nunca antes han visto" en el caso de se concrete una retirada forzada de los militares del territorio iraquí.
Poco después, se difundió una carta del comandante de la misión especial militar de EE.UU. en Irak, William Seely, en la que informaba al jefe del Comando de Operaciones Conjuntas del país árabe sobre la próxima retirada de los efectivos de la coalición internacional liderada por Washington con el fin de su reubicación.
Sin planes de retirada
No obstante, el secretario de Defensa estadounidense, Mark Esper, declaró este lunes que "no ha habido ninguna decisión en absoluto de abandonar Irak". Asimismo, el jefe del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley, corroboró que no existen planes de abandonar Irak por parte de Washington.
Por su parte, Abdul Mahdi confirmó un día después que recibió de EE.UU. una misiva sobre la posible retirada de sus tropas del territorio del país árabe, aunque detalló que las versiones en inglés y en árabe no son idénticas, por lo que el Gobierno iraquí ha solicitado explicaciones.
Se estima que actualmente hay en territorio iraquí alrededor de 5.200 soldados estadounidenses. Si EE.UU. retira finalmente sus tropas, pondrá fin a una presencia militar de 17 años en el país árabe. En 2011 Washington ya retiró a sus militares de Irak, pero regresaron en 2014 bajo invitación del Gobierno de Bagdad para que ayudaran a sus fuerzas a combatir al Estado Islámico.
- La madrugada de este miércoles Irán lanzó 22 misiles balísticos de corto alcance contra dos bases aéreas iraquíes que albergan tropas estadounidenses en respuesta al asesinato de Soleimani.
- Medios iraníes aseguraron que 80 personas habrían muerto, mientras que Trump escribió un tuit con un llamamiento a la calma: "¡Todo está bien!".
- Horas después, Trump ofreció un discurso en el que dijo que EE.UU. continuará ejerciendo "la máxima presión" sobre Irán e impondrá "sanciones económicas adicionales". Asimismo, pidió a la OTAN involucrarse más "en el proceso de pacificación de Oriente Medio" y solicitó a Reino Unido, Francia, Alemania, China y Rusia romper el acuerdo nuclear alcanzado en 2015 con Teherán para renegociar un nuevo pacto.
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