El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha afirmado este martes que Ankara no se contendrá a la hora de "dar una lección" al mariscal Jalifa Haftar si el jefe del Ejército Nacional Libio (ENL) continúa "los ataques contra el Gobierno de Libia", según informa Reuters.
"Si continúan los ataques del golpista Haftar contra el pueblo y el Gobierno legítimo de Libia, no nos contendremos a la hora de darle la lección que se merece", advirtió Erdogan, agregando que el mariscal "escapó" de Moscú, refiriéndose a los informes de que Haftar había abandonado la capital rusa sin firmar el acuerdo de solución del conflicto armado en Libia.
"Es nuestro deber proteger a nuestros parientes en Libia", señaló el presidente, que también subrayó que Turquía tiene profundos lazos históricos y sociales con ese país y que Haftar se habría apoderado de toda la nación si Ankara no hubiera intervenido.
Además, Erdogan anunció que Turquía se unirá a Rusia, Alemania y el Reino Unido en una cumbre que la canciller alemana, Angela Merkel, organizará en Berlín el próximo domingo para discutir la situación en Libia.
Reunión en Moscú
Este 13 de enero, la reunión entre los representantes de varias partes del conflicto armado en Libia se celebró en Moscú por iniciativa de Rusia y Turquía y resultó en la elaboración de un documento que ayudaría a especificar cuestiones vinculadas al alto al fuego en el país norteafricano.
No obstante, el acuerdo no ha sido firmado por todas las partes, ya que el mariscal Jalifa Haftar, jefe del Ejército Nacional Libio (ENL), que realiza la ofensiva contra el Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN) de Trípoli, pidió más tiempo para estudiar el texto. Al mismo tiempo, el documento fue suscrito por los representantes del GAN, con base en Trípoli y reconocido por la ONU.
Previamente, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, declaró que la existencia de Libia como Estado fue bombardeada por la OTAN en 2011, una "aventura" de cuyas consecuencias el mundo todavía se resiente.
Conflicto en Libia
Durante su encuentro en Estambul el pasado 8 de enero, el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, llamaron a las partes en conflicto en Libia, donde reina una dualidad de poderes, a que depusieran las armas a partir de la medianoche del 12 de enero en un intento de promover un arreglo político del conflicto.
Actualmente, el GAN, creado en 2015 como órgano de transición y respaldado por la ONU, tiene bajo su control Trípoli y partes del noroeste del país, mientras que las fuerzas de Haftar controlan la mayor parte del país y se han adentrado incluso en los suburbios de Trípoli.
El pasado mes de abril, el ENL anunció el inicio de una ofensiva militar para tomar el control de Trípoli, produciéndose así un agravamiento del conflicto. El GAN es considerado por las fuerzas de Haftar como "una coalición de extremistas islamistas y milicias leales a los Hermanos Musulmanes".
Aunque Haftar al principio rechazó la llamada al cese el fuego de Putin y Erdogan, el 11 de enero anunció haberlo aceptado tras recibir "muchas llamadas desde las oficinas presidenciales de Rusia, Emiratos Árabes Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido e Italia".
Libia quedó dividida entre diversos grupos beligerantes a partir de 2011 después de que una intervención militar liderada por EE.UU. desembocara en el derrocamiento de Muammar Gaddafi.
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