A punto de firmarse la 'fase uno' del acuerdo comercial entre China y EE.UU.: ¿en qué consiste?
El próximo 15 de enero es la fecha anunciada para la firma de la 'fase uno' del acuerdo comercial entre China y EE.UU. anunciada previamente por el presidente Donald Trump.
Varios indicios sugieren que la firma del documento se materializará pronto. Uno de ellos es la llegada a Washington este lunes de la delegación china, encabezada por el viceprimer ministro, Liu He. Otra señal es que la misma jornada el Departamento del Tesoro estadounidense retiró al país asiático de la lista de manipuladores de divisas, en la que lo había incluido en agosto.
Aunque hasta el momento ninguna de las partes ha divulgado el contenido del documento —que, según EE.UU., cuenta con 86 páginas—, hace un mes la Oficina del representante comercial estadounidense publicó un resumen que explica la estructura interna del acuerdo. El texto consiste en siete capítulos que cubren diversas esferas de la cooperación económica chino-estadounidense.
Comercio
El resumen divulgado por EE.UU. indica que, en los años 2020 y 2021, el volumen total de las importaciones estadounidenses en China debe aumentar en 200.000 millones de dólares adicionales desde el nivel alcanzado en el 2017, que era de 170.000 millones de dólares.
Medios reportan que esta suma está dividida entre varias categorías de mercancías. Según South China Morning Post, que cita a a tres personas familiarizadas con el documento, Pekín se compromete a gastar en dos años 75.000 millones de dólares en mercancías industriales, 50.000 millones de dólares en energía, 35.000-40.000 millones de dólares en servicios y 40.000 en productos agrícolas. Por su parte, Reuters, citando a una fuente informada, asevera que las cifras son distintas: 80.000 millones de dólares en productos industriales y 24.000 millones de dólares en productos agrícolas.
Cualquiera que sea la proporción, las autoridades estadounidenses esperan que "el aumento de las importaciones chinas de bienes y servicios estadounidenses continúe en esta misma trayectoria durante varios años después de 2021 y contribuya significativamente al reequilibrio de la relación comercial entre EE.UU. y China".
Previamente, ambas partes dieron pasos hacia la normalización de la guerra arancelaria. En diciembre, la Oficina del Representante Comercial de EE.UU. informó que Washington reduciría a la mitad, o hasta el 7,5%, los aranceles a importaciones chinas por un valor total de 120.000 millones de dólares. No obstante, mantendrá un impuesto del 25% sobre mercancías de otras categorías por valor de 250.000 millones de dólares. Por su parte, Pekín también suspendió el 15 de diciembre los aranceles adicionales para algunos productos estadounidenses.
Agricultura
El tratado sitúa la exportación agrícola estadounidense en un capítulo aparte, lo que muestra la importancia que tiene tanto para EE.UU. como para China.
Según el resumen, el acuerdo aborda varias barreras, tanto arancelarias como de otra naturaleza, que impiden a Washington vender a China productos agrarios, lo que, según el resumen, generará "más actividad económica rural" y promoverá el empleo en el país norteamericano.
Propiedad intelectual
Según el resumen, el tratado cubre varias "prolongadas preocupaciones en las áreas de secretos comerciales, propiedad intelectual relacionada con productos farmacéuticos, indicaciones geográficas, marcas registradas y aplicación de la ley contra productos pirateados y falsificados".
Transferencia de tecnología
El acuerdo establece "obligaciones vinculantes y ejecutivas" que impedirán a Pekín exigir que las compañías extranjeras trasfieran su tecnología a empresas chinas para poder acceder al mercado chino u obtener ventajas administrativas en territorio chino. A cambio, el gigante asiático se compromete a garantizar "transparencia, equidad y los debidos procesos" en la transferencia de tecnologías y licencias y realizarla "en condiciones de mercado".
Al mismo tiempo, Pekín promete "abstenerse de dirigir o apoyar las inversiones salientes destinadas a adquirir tecnología extranjera de conformidad con planes industriales que crean distorsión".
Servicios financieros
China deberá eliminar restricciones para los proveedores de servicios financieros estadounidenses, incluidos bancos, aseguradoras y empresas de calificación crediticia. Según EE.UU., este paso debería permitir a las compañías financieras estadounidenses "competir en igualdad de condiciones y expandir sus ofertas de exportación de servicios en el mercado chino".
Política monetaria
El acuerdo prohíbe a China devaluar su divisa con fines competitivos, de lo que la nación fue acusada por Washington en agosto del 2017 después de que el yuan cayera un 1,4% en un día.
Según EE.UU., "este enfoque ayudará a reforzar la estabilidad macroeconómica y cambiaria y garantizará que China no pueda utilizar las prácticas cambiarias para competir injustamente contra los exportadores estadounidenses".
Arreglo de controversias y ejecución
El mecanismo de solución de conflictos descrito en el resumen del acuerdo prevé "consultas regulares bilaterales" y "procedimientos sólidos", permitiendo "a cada parte tomar las medidas de respuesta proporcionadas que considere apropiadas".
En una entrevista al canal NPR, citada por Politico, el consejero comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, afirmó que el incumplimiento de los requisitos del acuerdo podrá resultar en la reimplantación de aranceles.
Si "se presenta una queja ante Robert E. Lighthizer, el representante comercial de EE.UU., esta será examinada en el plazo de 90 días. Y si él piensa que eso no se ha abordado adecuadamente, tenemos [el derecho de dar una] respuesta proporcionada y los chinos han prometido no tomar represalias", explicó el consejero.
"Ese es un mecanismo de ejecución muy, muy fuerte", agregó.
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