Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. han confirmado este martes la detección en territorio del país del primer caso del nuevo coronavirus que se ha propagado en China, donde ha causado la muerte por neumonía y ha infectado a 300 personas desde el pasado mes de diciembre, informan medios locales.
La persona contagiada con el virus ha llegado al país desde la localidad china de Wuhan, en la provincia de Hubei, y le diagnosticaron neumonía la semana pasada en Seattle, en el estado de Washington.
Las autoridades no han revelado la identidad del paciente afectado, aunque detallaron que se encuentra en estado grave.
El origen del brote
El brote estaría vinculado a un mercado de Wuhan, dado que muchos pacientes eran vendedores o clientes habituales de ese lugar ubicado en una urbe donde se registraron 258 casos. En total, 227 personas permanecen hospitalizadas, 51 de ellas graves y 12 en estado crítico.
Medios locales indicaron que había 291 infectados en China hasta el 20 de enero y que la gran mayoría se encontraban en la provincia de Hubei si bien también había afectados en Pekín o Shanghái, detectándose algunos casos en personas procedentes de territorio chino en Japón, Tailandia y Corea del Sur.
La neumonía atribuida al nuevo coronavirus no se caracteriza por provocar síntomas especiales, ya que los enfermos tienen fiebre, mientras que algunos sufren dificultades respiratorias y sus radiografías muestran cambios en los pulmones.
¿Emergencia internacional?
Como en otras enfermedades provocadas por virus, no existe ningún medicamento específico que acabe con la causa principal y es el propio sistema inmunológico humano el que debe combatir el microorganismo: los tratamientos existentes solo ayudan a aliviar los síntomas.
Médicos chinos y la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicaron en un primer momento que lo más probable era que el virus se contrajera por el contacto con animales. Sin embargo, este lunes determinaron que se podía transmitir entre humanos si existían contactos estrechos.
La OMS se reunirá este miércoles para decidir si es necesario declarar el brote como emergencia de salud pública internacional. "Aún hay más preguntas para las que no tenemos respuestas, que cosas que sí sabemos", indicó William Schaffner, profesor de medicina y enfermedades infecciosas del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, en la localidad estadounidense de Nashville.
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