La líder de Hong Kong, Carrie Lam Cheng Yuet-ngor, ha declarado la emergencia ante el brote del nuevo coronavirus, que ya se ha cobrado la vida de 41 personas en el país asiático, informan medios locales.
Hasta el momento, cinco casos confirmados de la infección por el virus habían sido identificados en Hong Kong. Todos los pacientes habían estado en Wuhan, la ciudad china donde en diciembre pasado se originó la peligrosa infección, vinculada a un mercado de mariscos local.
Lam afirmó que presidirá personalmente un comité directivo interdepartamental, que emitirá medidas estratégicas respecto al brote tan pronto como sea posible.
También anunció que la ciudad suspenderá los viajes aéreos y del tren de alta velocidad de Wuhan "indefinidamente". Además, se impondrán controles de temperatura para los viajeros que salen de Hong Kong, con prioridad para aquellos que se dirigen a Shenzhen y Macao.
Entre otras medidas de emergencia, la líder de Hong Kong también decidió cancelar todas las celebraciones oficiales de Año Nuevo chino y la maratón Standard Chartered, programada para el 9 de febrero, con cerca de 70.000 participantes inscriptos.
Lam también confirmó los informes de que los alumnos y estudiantes de Hong Kong tendrán dos semanas más de vacaciones.
El virus se transmite de humano a humano a través del tracto respiratorio y en caso de contactos estrechos. La enfermedad ya ha traspasado las fronteras de China, detectándose algunos casos en otros países como Japón, Tailandia, Corea del Sur, EE.UU., Singapur o Vietnam, todos en personas procedentes de territorio chino. El virus también ha llegado a Europa, con tres casos de infectados en Francia.
Para evitar una mayor propagación, las autoridades han cerrado un total 18 ciudades chinas, entre ellas, Wuhan, de más de 11 millones de habitantes, ; Huanggang (más de 6 millones), Chibi (cerca de medio millón de habitantes) y Xianning (2,5 millones de habitantes), limitando de esa forma el movimiento de un total de 56 millones de personas.