Un equipo de investigadores británicos y estadounidenses logró acceder por primera vez hasta la base del glaciar Thwaites, en la Antártida, a través de un túnel de hasta 700 metros perforado con agua caliente.
Se trata de un paso muy importante para comprender los procesos que provocan el derretimiento acelerado de este glaciar, conocido entre los glaciólogos como el glaciar del "Día del Juicio Final": el "más importante" del mundo y el "más peligroso".
¿Cómo lo estudian?
Por el túnel, perforado con agua caliente, los científicos enviaron varios instrumentos, entre ellos, un robot submarino que llegó al sitio en el que el hielo se une con la tierra, publicó este 28 de enero British Antarctic Survey.
El robot Icefin, dotado con cámaras y otros instrumentos y manejado a control remoto, alcanzó el punto en el que el agua del mar de Amundsen choca con la pared del Thwaites, que tiene 192.000 kilómetros cuadrados. Esa zona es en la que se derrite a mayor velocidad.
Allí, el sumergible tomó medidas, imágenes y elaboró mapas del proceso que están bajo análisis de cinco equipos de científicos e ingenieros instalados en la zona. Su intención es descubrir por qué se derrite y cómo evolucionará ese proceso.
"Diseñamos el Icefin para poder acceder a las zonas de tierra de los glaciares, lugares en los que las observaciones han sido casi imposibles, pero donde rápidos cambios están sucediendo", explicó Britney Schmidt, del Georgia Institute of Technology de Atlanta. Además, definió al glaciar Thwaites como un "punto bisagra crítico en la Antártida occidental".
Por su parte, Keith Nicholls, oceanógrafo del British Antarctic Survey, sostuvo: "Sabemos que las aguas más cálidas del océano están erosionando muchos de los glaciares de la Antártida occidental, pero estamos particularmente preocupados por el Thwaites. Estos nuevos datos proporcionarán una nueva perspectiva de los procesos que se están llevando a cabo para que podamos predecir el futuro cambio con mayor certeza".
¿Por qué es tan importante?
El glaciar, casi del tamaño de la isla de Gran Bretaña, aceleró la pérdida de masa en los últimos 20 años y los científicos advierten de que su colapso provocaría el aumento del nivel del mar al menos en 65 centímetros. Resulta bastante preocupante, teniendo en cuenta que en todo el siglo XX el mar se elevó 19 centímetros.
Pero la mayor preocupación de los especialistas deriva en que el Thwaites refuerza toda la capa de hielo de la Antártida occidental y en caso de colapsar arrastraría con él una mayor capa del hielo antártico, lo que podría elevar los mares 3,3 metros en unos siglos.
Este "aumento catastrófico" del nivel del mar pondría en riesgo a muchas ciudades en diferentes países, incluidas Londres y Nueva York.