El portavoz de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, Ramazan Sharif, afirma que las autoridades estadounidenses están manteniendo en secreto la verdad sobre el número de bajas provocadas por los ataques efectuados el pasado 8 de enero contra bases iraquíes que albergan a tropas norteamericanas.
"La palabra 'fallecidos' se ha convertido en un 'traumatismo cerebral' en las publicaciones estadounidenses", dijo Sharif, señalando que Washington "no cambiará nada" ocultando la verdad sobre el daño infligido a la base Al Asad.
Irán lanzó decenas de misiles balísticos de corto alcance contra la base aérea de Al Asad, ubicada en el oeste de Irak, y contra una instalación estadounidense en la región kurda del norte, en represalia por el ataque de EE.UU. del pasado 2 de enero en el aeropuerto de Bagdad, en el cual fue asesinado el importante general iraní Qassem Soleimani y otras 11 personas.
Inicialmente el presidente estadounidense, Donald Trump, dijo que el ataque iraní no había causado víctimas ni heridos y que "solo se produjeron daños mínimos en las bases". Sin embargo, dos semanas más tarde el portavoz del Departamento de Defensa de EE.UU., Jonathan Hoffman, reconoció que "se habían diagnosticado conmociones cerebrales y lesiones cerebrales traumáticas a 34 efectivos en total" a consecuencia del ataque. El 10 de febrero el Pentágono elevó esta cifra a 109 efectivos.