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Entierran más de 2.000 fetos encontrados en el garaje y el maletero de un médico abortista de EE.UU.
El fiscal general del estado de Indiana informó que debido a su mala condición y a los registros médicos poco fiables que los acompañaban, los fetos no pudieron ser identificados.
Más de 2.000 restos fetales encontrados en septiembre de 2019 en el estado de Illinois (EE.UU.), en el garaje y el maletero del médico abortista Ulrich Klopfer —fallecido el 3 de septiembre del mismo año—, fueron enterrados este miércoles en un cementerio de la ciudad de South Bend, del estado de Indiana.
"El sorprendente descubrimiento de 2.411 restos fetales médicamente preservados en Illinois, que fueron dejados en un garaje y en el maletero de un automóvil, resultó horroroso para cualquiera con sensibilidad normal", dijo el fiscal general de Indiana, Curtis Hill, durante la ceremonia fúnebre, según NBC News.
"Los trajimos a casa, de regreso a Indiana", anunció Hill, y precisó que se cree que los restos datan de entre principios de 2000 y 2003 y provienen de las clínicas de Klopfer en Indiana.
Asimismo, el fiscal informó que debido a su mala condición y a los registros médicos poco fiables que los acompañaban, los fetos no pudieron ser identificados y fueron enterrados de acuerdo con la ley estatal.
"El médico abortista más prolífico en la historia"
A lo largo de 40 años de práctica, Klopfer llegó a realizar decenas de miles de abortos, principalmente en Indiana, un estado con algunas de las leyes antiaborto más estrictas del país. Por tal motivo, quizá era a menudo el único médico especialista en abortos disponible en las ciudades de South Bend, Gary y Fort Wayne.
En el 2016, el Colegio de Médicos de Indiana suspendió la licencia de Klopfer por una serie de infracciones; entre ellas, no haber informado en el plazo previsto a las autoridades sobre los abortos de dos menores de 14 años. Asimismo, se adujo que su clínica no contaba con personal calificado en los momentos en que las pacientes recibían o se recuperaban de los medicamentos administrados antes y durante el proceso del aborto.
En su juicio, el doctor, que tenía entonces 71 años, fue caracterizado como "probablemente el médico abortista más prolífero en la historia" de ese estado.
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