El jefe del Pentágono alienta a sus socios de la OTAN a desarrollar una tecnología 5G alternativa a la china
El secretario de Defensa de EE.UU., Mark Esper, ha afirmado este sábado que las redes 5G de proveedores chinos representan una amenaza para la OTAN y alentó a sus aliados a desarrollar su propia alternativa a esa tecnología.
"La dependencia de los vendedores chinos de 5G […] podría hacer que los sistemas críticos de nuestros socios fueran vulnerables a la interrupción, la manipulación y el espionaje. [...] Podría poner en peligro nuestras alianzas", dijo Esper durante la Conferencia de Seguridad de Múnich.
"Estamos alentando a las empresas tecnológicas aliadas y estadounidenses a desarrollar soluciones alternativas 5G y estamos trabajando junto a ellas para probar estas tecnologías en nuestras bases militares. […] El desarrollo de nuestras propias redes 5G seguras superará cualquier ganancia que se perciba pueda tener la asociación con proveedores chinos altamente subsidiados que responden ante los líderes del partido", declaró Esper.
"Si no entendemos esta amenaza y no reaccionamos, al final podría amenazar a lo que es la alianza militar más exitosa de la historia: la OTAN", advirtió.
La postura de EE.UU. hacia las empresas de telecomunicaciones chinas
Las empresas tecnológicas son objeto de crítica por parte de EE.UU. y sus aliados desde hace tiempo. El primer país en adoptar una postura agresiva hacia la compañía líder en la tecnología 5G, Huawei, fue Australia, un país que, según Reuters, en febrero de 2018 ya advertía a otras naciones acerca de la "capacidad destructiva de la tecnología 5G".
En agosto del 2018 Donald Trump firmó un proyecto de ley que prohibía a las agencias federales y a sus contratistas usar equipos de Huawei y ZTE Corp, otro fabricante chino de aparatos de telecomunicaciones.
El 15 de mayo del año pasado, el presidente vedó a las compañías estadounidenses el uso de equipos de telecomunicaciones fabricados por compañías consideradas como "una amenaza para la seguridad nacional". Acto seguido, el Departamento de Comercio de EE.UU. introdujo la prohibición de que Huawei y sus 70 empresas afiliadasadquieran productos estadounidenses. Previamente, medidas semejantes fueron aprobadas por Australia y Nueva Zelanda.
Simultáneamente, Washington presionó a sus aliados en Europa para que cerraran las puertas de sus redes nacionales 5G a las compañías chinas, a lo que Alemania respondió con el rechazo.
Aunque en noviembre EE.UU. empezó a otorgar licencias a algunas compañías estadounidenses para el suministro de materiales no sensibles a Huawei, la crítica de Washington no terminó. Así, este viernes el Departamento de Justicia de EE.UU. acusó a la empresa de conspirar para robar secretos comerciales a compañías estadounidenses.
Huawei, por su parte, acusó a EE.UU. de organizar una campaña para "intimidar a sus empleados y lanzar ataques cibernéticos para infiltrarse en su red interna". Según Bloomberg, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China instó a Estados Unidos a "dejar de atacar injustificadamente a Huawei y otras empresas chinas".