El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, advirtió este miércoles que una nueva incursión militar turca en la ciudad siria de Idlib podría comenzar en cualquier momento y solo es "cuestión de tiempo".
El mandatario aseguró que "no dejará Idlib al régimen de Assad y sus patrocinadores", en aparente referencia a Rusia e Irán. Las declaraciones del presidente turco, que aseguró que sus palabras fueron una "advertencia final", incrementan aún más la tensión entre Ankara y Damasco.
Además, Erdogan expresó que las conversaciones con Rusia sobre esta región siria estaban lejos de satisfacer las demandas de Turquía. Durante una intervención frente a legisladores de su partido, el mandatario afirmó que está decidido a hacer de Idlib una zona segura "sin importar el costo".
En opinión del experto en asuntos de Oriente Medio Daniel Lobato, Turquía no abandonará el territorio sirio cercano a su frontera por considerarlo "su gran trofeo, […] un sueño de recuperar áreas que en el pasado eran del Imperio otomano". Además, señaló que Ankara se aprovecha de la crisis en el país árabe para poder pedir más dinero a la Unión Europea por contener el flujo migratorio.
Reacción de Rusia
Por su parte, el Kremlin declaró que el posible inicio de hostilidades de las tropas turcas contra el Ejército sirio no favorece al mejoramiento de la situación en Idlib. "Si estamos hablando de una operación contra las Fuerzas Armadas legítimas de Siria, este es ciertamente el peor escenario posible", señaló el portavoz presidencial Dmitri Peskov.
Además, el vocero afirmó que "si se trata de una operación contra grupos terroristas en Idlib, sin duda habrá acciones en el marco de los acuerdos de Sochi para la neutralización de esos grupos terroristas, que poseen ahora una infraestructura de armamentos, equipo y municiones suficientemente poderosa. Es una obligación de la parte turca".
Sin embargo, cuando los periodistas preguntaron si Moscú estaba satisfecha con los acuerdos alcanzados con Ankara, Peskov respondió: "estábamos satisfechos con los acuerdos que se alcanzaron hace más de un año en Sochi, fue una satisfacción mutua. Y dejamos de estar satisfechos después de que comenzaron las acciones ofensivas de militantes y grupos terroristas contra las Fuerzas Armadas sirias y las instalaciones militares rusas en Idlib".
Al respecto, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, dijo en una conferencia de prensa este miércoles que las "acciones de las Fuerzas Armadas sirias son la respuesta a las graves violaciones de los acuerdos sobre Idlib".
Asimismo, Lavrov subrayó que Damasco está "trasladando a los militantes y terroristas no a territorios ajenos, sino a los suyos propios, restaurando así el control del Gobierno legítimo de la República Árabe Siria sobre sus tierras".
Enfrentamiento en Idlib
El 10 de febrero las fuerzas turcas atacaron 115 objetos del Gobierno sirio como respuesta a la muerte de 14 de sus soldados en un ataque contra un puesto militar turco en el área de Taftanaz, en el noroeste de Idlib, del cual Ankara responsabiliza a Damasco.
Más adelante, los insurgentes sirios respaldados por Turquía derribaron un helicóptero que se cree que pertenece a las fuerzas gubernamentales en la ciudad de Nairab, en el noroeste del país árabe. El 15 de febrero, otro helicóptero del Gobierno sirio ha sido derribado en una zona rural al oeste de Alepo (Idlib).
La semana pasada, el Ministerio de Defensa de Turquía anunció que enviará tropas adicionales a Idlib para asegurar que se mantiene el alto el fuego en la zona y para "controlar" la región. Por su parte, el titular de esa cartera, Hulusi Akar, advirtió que su país utilizará la fuerza contra quienes violen el alto el fuego, incluidos los grupos "radicales".