Turquía anunció este jueves que 33 de sus soldados murieron y varios resultaron heridos en un ataque aéreo del Gobierno sirio en la provincia de Idlib, según ha informado Rahmi Dogan, gobernador de la provincia de Hatay, ubicada en la frontera entre Turquía y Siria, según recoge Anadolu.
De acuerdo con las fuentes de Reuters, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, sostuvo una reunión de emergencia con su personal debido al ataque en cuestión.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, se comunicó con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, luego de que se informara sobre la muerte de los 33 soldados turcos, según las fuentes.
Entre tanto, un oficial turco declaró a Anadolu que tras este último ataque Ankara "tomará represalias del mismo modo" contra el Gobierno de Siria.
Previamente este jueves, el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, y el secretario de Defensa de EE.UU., Mark Esper, mantuvieron una conversación telefónica durante la cual intercambiaron puntos de vista sobre la búsqueda de una solución al conflicto en Idlib, informa Anadolu.
Más tarde, Esper indicó a través de su cuenta en Twitter que él y Akar discutieron, entre otras cosas, la "brutal agresión" del presidente sirio Bashar al Assad en Idlib. "Estamos explorando formas en que EE.UU. puede trabajar junto con Turquía y la comunidad internacional", agregó el secretario de Defensa norteamericano.
Tensiones en Idlib
La situación en Idlib, el último enclave activo de la oposición siria, empeoró drásticamente a principios de este febrero, luego que Rusia y Turquía hicieran otro intento de introducir un alto el fuego pero los terroristas solo intensificaron sus ataques.
El pasado miércoles, Recep Erdogan advirtió que una nueva incursión militar turca en Idlib podría comenzar en cualquier momento y solo es "cuestión de tiempo".
Por su parte, Moscú declaró que el posible inicio de hostilidades de las tropas turcas contra el Ejército sirio no favorece al mejoramiento de la situación en Idlib. El portavoz presidencial Dmitri Peskov calificó "una operación contra las Fuerzas Armadas legítimas de Siria" como "el peor escenario posible".
Al respecto, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, señaló que las "acciones de las Fuerzas Armadas sirias son la respuesta a las graves violaciones de los acuerdos sobre Idlib".