La ministra del Interior de Colombia, Alicia Arango, desató una nueva polémica tras asegurar que en su país "mueren más personas por robo de celulares que por ser defensores de derechos humanos".
"En 2019, de las 12.577 personas que mataron en Colombia, 107 eran líderes sociales; es decir, el 1% de las personas que matan en Colombia", dijo la ministra durante su intervención en la Mesa de protección a la vida, evento que se llevó a cabo en Putumayo, en el suroeste del país.
Arango aseguró que el Gobierno colombiano desea proteger a los defensores de derechos humanos, pero también al resto de los ciudadanos, por lo que insinuó que la cifra de líderes comunitarios asesinados no era tan alarmante.
"Yo digo esto no porque los líderes no tengan la suficiente importancia. Pero también debemos estar pendientes del resto, más de 12.000 colombianos que murieron y nunca tuvieron una reunión como esta para defenderlos", señaló la ministra, quien sostuvo que los dirigentes sociales "tienen el 75 % de la protección que da el Gobierno".
La funcionaria también criticó el papel de la oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), que días atrás publicó un duro informe sobre la situación que viven en Colombia los activistas y líderes sociales.
"A nosotros no nos incomoda la presencia de la ONU, jamás. La presencia de la ONU es necesaria en Colombia y en el mundo por el papel que ellos tienen, pero la ONU tiene que ser siempre neutral, imparcial, tiene que basar los informes en hechos comprobados, con nombre propio", dijo la ministra, en línea con la narrativa oficial, que ha desestimado la evaluación hecha por el organismo internacional sobre la situación en el país suramericano.
¿Qué dijo la ONU?
La semana pasada, la ACNUDH emitió un documento en el que se contabiliza el asesinato de 108 personas defensoras de derechos humanos durante el año 2019. Esto representó un incremento de cerca del 50 % en comparación con 2018.
Además, la agencia manifestó su preocupación por el incremento de casi 52 % en los homicidios de indígenas en el departamento del Cauca, incluyendo el asesinato de 66 miembros del pueblo indígena Nasa.
La oficina de Naciones Unidas también registró 36 masacres, que implicaron la muerte de 133 personas, la cifra más alta registrada desde el 2014.
La situación ha sido denunciada tanto por los luchadores sociales como por los excombatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), quienes alertan sobre la falta de garantías para los desmovilizados y la impunidad en los casos de asesinato.
Según el registro del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), 51 líderes han sido asesinados en lo que va de año. Mientras que el partido FARC alerta que 14 exguerrilleros han sido víctimas de homicidio.
Estallaron las redes
Las declaraciones de la ministra Alicia Arango suscitaron el repudio en la red social Twitter, especialmente por parte de los defensores de los derechos humanos y activistas sociales, que insistieron en que estos asesinatos generan una fractura social.
Para algunas personas, las declaraciones de la ministra colombiana representan una "afrenta" y una "alarma innegable" de que Arango no está preparada para su función.
En su informe anual, la ACNUDH también alertó que los asesinatos de líderes sociales y defensores de derechos humanos exacerban "las condiciones de marginalidad" en las comunidades y reducen "la posibilidad del surgimiento de nuevos liderazgos".
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