Hallan los 'culpables' de la menor esperanza de vida de los hombres respecto a las mujeres
Frecuentemente se asocia al modo de vida como una de las causas de que la esperanza de vida de los hombres sea más corta que la de las mujeres, sin embargo un nuevo estudio aleja el foco del estilo de vida y lo traslada a los cromosomas, así lo sostienen las autoras de un estudio publicado este 4 de marzo en la revista Biology Letters.
Estadísticamente las mujeres son más longevas que los hombres. En el mundo animal también hay casos en los que las hembras pueden tener una vida más larga. Sin embargo, lo contrario también ocurre en ciertos clados del reino animal (es decir no solo en especies particulares, sino en géneros, familias y órdenes enteros): la expectativa de vida media del macho supera la de la hembra.
Tres biólogas australianas que investigaron el tema, han descubierto que la clave radica en los cromosomas sexuales. Todos los mamíferos, la gran mayoría de los insectos y muchos otros animales tienen un sistema de determinación del sexo XY. Mientras tanto, hay otro sistema diferente, el designado ZW, que es propio de todas las aves, muchos reptiles y también mariposas.
En estos casos los machos son homogaméticos (ambos cromosomas ZZ), mientras que las hembras son heterogaméticas (ZW) y el cromosoma Z siempre mide más y tiene más genes, al igual que el X en el sistema XY. Estos machos, cuyo género está cifrado en dos cromosomas largos, también viven normalmente una vida más larga que las respectivas hembras con un cromosoma corto.
Al realizar un exhaustivo análisis estadístico en 229 especies, las autoras hablan de un "dimorfismo de la expectativa de vida" y demuestran que, numéricamente, no es igual la ventaja que obtiene cada género al que la naturaleza proporcionó con dos cromosomas largos. "Sorprendentemente", dicen, en las especies donde dos cromosomas de longitud distinta corresponden al sexo femenino, el género masculino vive un 7,1 % más tiempo; mientras que en las especies heterogaméticas masculinas (situación contraria), los ejemplares del sexo femenino viven un 20,9 % más.
Las autoras ofrecen tres posibles explicaciones para esta sorprendente tendencia: en primer lugar, el grado de deterioro del cromosoma Y en los animales XY; en segundo lugar, la dinámica de los telómeros (región final del cromosoma compuesta por ADN muy repetitivo que tiene la función de proteger el final del cromosoma de deterioro o fusión con otros cercanos) a lo largo de la vida; y, finalmente los efectos colaterales de la selección sexual, en referencia a la práctica de devorar a sus semejantes después del apareamiento o en vez del mismo.
Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!