Los populares bloques de construcción de LEGO al parecer pueden dejar una impresión mucho más duradera en el medioambiente que en los recuerdos de los niños. Un estudio publicado este lunes en la revista Environmental Pollution revela que esos juguetes podrían tardar más de un milenio en degradarse en los océanos.
Para determinar cuánto tiempo pueden durar los bloques de LEGO, hechos con acrilonitrilo butadieno estireno (un plástico muy resistente al impacto), un equipo de investigadores de la Universidad de Plymouth analizó el desgaste de decenas de piezas de esos juguetes, encontradas entre la basura que llega a las playas del suroeste de Inglaterra, Reino Unido.
En base a los resultados de sus análisis, los autores del estudio estiman que esos bloques habrían llegada al fondo marino en la década de 1970, y que podrían durar en ese ambiente entre 100 y 1.300 años. "Las piezas que probamos se suavizaron y decoloraron" por efecto de los componentes del medio marino, señaló el doctor Andrew Turner, autor principal del estudio.
"Problemas potenciales para el medio ambiente"
Asimismo, algunas de las estructuras de esos juguetes se fracturaron y fragmentaron, lo que sugiere que, además de permanecer intactas, también pueden fraccionarse en microplásticos. "Esto enfatiza la importancia de que las personas eliminen los artículos usados adecuadamente para garantizar que no planteen problemas potenciales para el medioambiente", agregó Turner.
Debido a que el plástico es relativamente nuevo, los investigadores destacan que es difícil determinar sus efectos a largo plazo en el medioambiente y cuánto tiempo puede perdurar en los océanos.
"LEGO es uno de los juguetes infantiles más populares de la historia y parte de su encanto siempre ha sido su durabilidad. Está específicamente diseñado para jugar y manipularlo, por lo que no es sorprendente que, a pesar de haber pasado en el mar durante décadas, no se haya desgastado significativamente", comentó el autor principal del estudio.