Llegan a España 640.000 test rápidos de coronavirus que se destinarán en primer lugar a sanitarios y ancianos

Ya han llegado a España 640.000 pruebas rápidas para detectar la infección por coronavirus que el Gobierno ha comprado a China y Corea del Sur. Su reparto se realizará de forma equitativa entre las diferentes regiones del país y serán destinadas en primer lugar a sanitarios, sector que debe ser especialmente protegido al atender directamente a enfermos de covid-19, y a ancianos que viven en residencias, puesto que son el principal grupo de riesgo, además de que ya se han detectado numerosos focos de infección en este tipo de centros.

Con estas pruebas se pretende mitigar el infradiagnóstico actual de la enfermedad, para conocer la verdadera incidencia de la epidemia en el conjunto del país. Además, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el pasado sábado que se iban a importar seis millones más de tests de diagnóstico para aumentar el número de pruebas, que el mandatario cifró en 15.000 diarias, hasta un monto total de 355.000 realizadas hasta ese momento.

España pretende así cumplir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha reiterado en numerosas ocasiones que la generalización de las pruebas de detección es imprescindible para frenar la epidemia del nuevo coronavirus.

Sin embargo, la escasez de medios hizo que España tuviera que pasar de unos primeros momentos en los que se hacía la prueba a todos los sospechosos, a unos criterios mucho más restrictivos. Así, por ejemplo, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, anunció hace dos semanas que se dejaría de hacer tests a los casos leves y si los síntomas eran compatibles con covid-19, se asumiría el positivo.

De este modo, en Madrid el 85 % de las pruebas en la actualidad son positivas, debido a que solo se realizan a personas cuya infección es realmente probable y presentan síntomas graves. Pero al no llegar a los casos leves es prácticamente imposible conocer el impacto real de la infección.

Hasta la llegada de los nuevos suministros se estaban utilizando tests de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR), que son más precisos que las nuevas pruebas rápidas, pero que tardan varias horas en dar resultados en laboratorio. Con las recién adquiridas, el resultado se obtiene en unos minutos.

Ahora, las autoridades españolas se encuentran a la espera de recibir pruebas serológicas, que indican si una persona tiene anticuerpos, para conocer si ya ha pasado la enfermedad y que permitirán conocer el porcentaje de la población que tiene inmunidad.

Los sanitarios, prioritarios

Los profesionales sanitarios son uno de los dos grupos prioritarios que serán los primeros en tener acceso a los tests recién llegados. Se trata de un colectivo clave para detener la epidemia. Ya ha habido regiones especialmente afectadas por el contagio de médicos, enfermeros y otro personal hospitalario, como ha sido el caso del País Vasco, que ya en los primeros días de la expansión del coronavirus en España tuvo que lidiar con el contagio y el aislamiento de varios centenares de profesionales.

El 12 % de todos los contagiados por coronavirus en España es personal sanitario

Fernando Simón, el portavoz técnico del Ministerio de Sanidad, reconoció este domingo que el 12 % de los contagiados en ese momento eran trabajadores sanitarios, es decir, 3.475. "Es un problema importante. Entendemos que son el grupo poblacional de mayor riesgo, es obvio y hay que asumirlo", afirmó Simón.

Las residencias de ancianos también en el foco

El otro colectivo prioritario son los mayores, especialmente aquellos que viven en residencias de ancianos, puesto que se trata del mayor grupo de riesgo, ya que quienes contraen la enfermedad sufren en un porcentaje mayor síntomas graves y presentan también un mayor índice de letalidad.

Estas instalaciones ya han acogido diversos focos de la enfermedad en varias provincias españolas. El caso más importante de los registrados hasta la fecha se ha dado en la residencia Montehermoso, de Madrid. Allí, en un centro en el que residen 130 ancianos, ya se han producido al menos 25 fallecimientos y 75 contagios.

Una vez atendida a la población preferente, las nuevas pruebas se extenderán hasta llegar a toda la población.