Polémica en España por las cifras que deja el coronavirus: ¿por qué no se incluyen a los miles de ancianos fallecidos en residencias?
Las cifras aportadas por el Ministerio de Sanidad de España están siendo el centro de la polémica en la crisis sanitaria generada por la pandemia de coronavirus, tanto por la metodología utilizada, como por dejar fuera a importantes colectivos, como el de los mayores residentes en centros para la tercera edad.
Tanto es así que, este viernes, el portavoz técnico del Ministerio, Fernando Simón, en un principio no se ha atrevido a dar una cifra concreta de fallecimientos, debido a que en los últimos días está variando el método de recuento.
Simón ha afirmado que el crecimiento diario de decesos ha vuelto a ser de alrededor del 3 %, para finalmente dar a conocer que en las últimas 24 horas los fallecidos ascenderían a 585, elevando el número total de muertos desde que comenzó la epidemia en el país hasta las 19.478 personas, mientras que el número total de casos confirmados en todo el país asciende ya a los 188.068.
¿Qué contabiliza el Ministerio de Sanidad?
El Ministerio de Sanidad reúne los datos que le proporcionan las autoridades sanitarias de las diferentes regiones españolas bajo unos mismos criterios.
En las estadísticas oficiales contempla tan solo aquellos pacientes que han sido diagnosticados con una prueba PCR o test rápido. De esta manera, los diagnósticos clínicos hechos por profesionales sanitarios que no han sido respaldados por una de estas pruebas solo son considerados como casos probables, no como casos confirmados. Lo mismo sucede con los fallecimientos.
Baile de cifras
Los nuevos datos facilitados por el Ministerio de Sanidad indican que en la actualidad hay 188.068 infectados por covid-19, lo que supone 5.252 nuevos casos en la última jornada. Además, constata 19.478 fallecidos, que según el documento supone 585 nuevos decesos respecto a ayer.
Sin embargo, este jueves se comunicaron 19.130 fallecidos, por lo que la diferencia durante las últimas 24 horas no sería de 585 defunciones, sino de 348.
Algo similar ha sucedido con los pacientes recuperados. Este viernes se cifran en 72.963 casos, que según el documento publicado por Sanidad son 3.502 más que el jueves. Sin embargo, el jueves se informó de que las altas ascendían a 74.797, casi 2.000 más que las registradas hoy.
Cataluña en el centro del debate sobre el conteo
Simón ha atribuido la confusión generada con las cifras a los datos facilitados por Cataluña. "Hemos sacado los datos y tratamos de corregir las series porque una autonomía [Cataluña] nos ofrecía dos fuentes de información y en los últimos días teníamos discrepancias sobre cuál de esas dos series utilizar, y aunque la variabilidad pueda ser pequeña, no es sustancial, pero sí algunas de las cifras llaman la atención", justificaba durante su comparecencia diaria.
Lo cierto es que Cataluña, además de los datos provenientes de los hospitales, ha comenzado a contabilizar aquellos proporcionados por las funerarias a través de los documentos de defunción, lo que eleva sus cifras hasta casi duplicarlas.
Así, el departamento de Salud de Cataluña informó el miércoles de que 3.855 personas habían fallecido en hospitales, mientras que las funerarias agregaban a esa cifra 1.810 fallecimientos en residencias geriátricas, 62 en centros sociosanitarios, 456 en domicilios y 914 cuyo lugar de deceso no está identificado. En total, 3.242 muertes más de las que estaban documentadas hasta la fecha, que incluían solo la cifra hospitalaria.
Casos confirmados versus casos probables
Simón ha insistido en la necesidad de diferenciar entre casos confirmados y casos posibles. "Desde el principio hemos dicho que se iban a dar datos de casos confirmados y más cuando hablamos de los casos de fallecidos, para nosotros es difícil hablar de casos sospechosos", ha sostenido el portavoz de Sanidad, que ha explicado cómo los síntomas conocidos hasta ahora de covid-19 son muy variados y podrían ser compatibles con otras patologías, por lo que un diagnóstico basado tan solo en los síntomas no es concluyente.
Además, también ha relatado el caso de las defunciones de personas de la tercera edad, que en la mayoría de los casos son pacientes pluripatológicos, por lo que la presencia de algún síntoma relacionado con el nuevo coronavirus en estos enfermos también es discutible.
Las residencias de ancianos: las grandes olvidadas
Precisamente la situación de los mayores que viven en residencias de la tercera edad es la que más preocupa. Los fallecimientos de las personas de este colectivo no constan mayoritariamente en las estadísticas oficiales, puesto que en su gran mayoría no son casos confirmados al no habérseles hecho la prueba analítica.
Aunque los datos son incompletos, se estima que desde que comenzó la crisis en el país, a principios de marzo, más de 10.000 ancianos residentes en estos centros habrían fallecido por causas directamente relacionadas al covid-19.
En la Comunidad de Madrid, la región de España más afectada, esta cifra asciende al menos a 4.953, mientras que en Cataluña se habría producido la muerte de 1.810 ancianos en estas instalaciones.
Las principales polémicas con respecto a los fallecimientos de mayores
Las situación de las residencias geriátricas, que albergan a la población de mayor riesgo en esta epidemia por su elevada edad y por la presencia mayoritaria de patologías previas, ha hecho saltar todas las alarmas y se encuentra envuelta en la polémica. Las mayores controversias han sido las siguientes:
- Se cuestiona que los decesos de este colectivo no figure en las estadísticas oficiales. Una de las alternativas que se plantea, ante la falta de tests suficientes para realizar en estos centros, es la elaboración de una estadística paralela de casos probables.
- Los fallecidos en estas instalaciones no fueron trasladados a centros hospitalarios cuando su estado de salud empeoró, por lo que podría haberse vulnerado su derecho a la atención sanitaria, dejándoles, simplemente, morir. No se sabe si se ha tratado de negligencia o si los hospitales denegaron su ingreso cuando se encontraban saturados en pleno pico de la pandemia.
- La falta de medios también ha sido duramente criticada. Por un lado los profesionales que trabajan en los geriátricos se han quejado reiteradamente de que no tenían medios de protección (mascarillas, guantes o equipos de protección individual, entre otros), por lo que se facilitó la propagación de la enfermedad. Por otro lado, las administraciones regionales se comprometieron al comienzo de esta crisis sanitaria a medicalizar estas instalaciones, promesa que aún no ha sido cumplida.
- La falta de transparencia ha marcado la gestión en este ámbito. Las familias de los residentes se han quejado de que no se les ha informado convenientemente de la situación de los centros en los que se encontraban internados sus allegados. Además, el carácter contagioso de esta enfermedad ha hecho que estos mayores hayan fallecido después de semanas sin poder tener contacto con sus familiares ni con ninguna otra persona.
¿Hay consecuencias penales?
Este viernes la Fiscalía General del Estado ha informado de que están abiertas 38 diligencias de investigación penal sobre la situación existente en las residencias de ancianos durante la pandemia de coronavirus, además de las investigaciones que ya se encontraban en curso en diferentes juzgados.
Cada diligencia atañe a un centro geriátrico diferente. 19 de ellos se encuentran en la Comunidad de Madrid, 7 en Cataluña, 5 en Castilla-La Mancha, 2 en Castilla y León, 2 en Murcia, una en Canarias, una en Valencia y una en Cantabria.
Las conductas investigadas pueden encajar en los tipos penales de homicidio imprudente, abandono, maltrato o denegación de auxilio.