Como resultado de la pandemia de covid-19, el total de pasajeros aéreos internacionales podría caer en hasta 1.500 millones para fines de 2020, en comparación con una situación comercial habitual, según las últimas previsiones de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
Las estimaciones de la OACI, la agencia de aviación de la ONU, también señalan que la capacidad internacional podría reducirse hasta dos tercios de lo que se había pronosticado antes del brote de coronavirus para los primeros tres trimestres de 2020, lo que llevaría a una disminución de los ingresos de las aerolíneas de 160.000 a 253.000 millones de dólares para el periodo de enero-septiembre de 2020.
Europa y la región de Asia-Pacífico serán los más afectados en cuanto a la capacidad y los impactos en los ingresos, seguidos de América del Norte. Del mismo modo, se espera que la reducción más sustancial en el número de pasajeros se produzca en Europa, especialmente durante su temporada alta de viajes de verano, seguida de Asia-Pacífico.
Una cuestión de sobrevivencia
La pandemia de coronavirus y las restricciones de viaje posteriores han representado una amenaza existencial para la industria de las aerolíneas. Si bien la OACI apoya ampliamente la prohibición de vuelos, declara en su sitio web que "las restricciones a largo plazo normalmente no son efectivas una vez que se aplican las medidas de contención apropiadas".
En EE.UU. y gran parte de Europa, ahora se ha cambiado la conversación sobre cómo y cuándo levantar las medidas de bloqueo actuales. Para la industria de la aviación, se trata de una cuestión de sobrevivencia. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo estima que hasta 25 millones de empleos en la industria podrían perderse en todo el mundo, y varias aerolíneas, como Flybe y Germanwings, ya han cesado sus operaciones de forma permanente. Otros, como Virgin Atlantic, Lufthansa y Air France, han pedido rescates gubernamentales.
La OACI ha estado proporcionando análisis actualizados regularmente sobre el impacto económico de la pandemia en el transporte aéreo desde principios de febrero de 2020. Debido a que la conectividad aérea es tan crítica para el desarrollo económico y sostenible en todas las regiones del mundo, esta información, según el organismo, es de importancia crítica para los gobiernos nacionales y organizaciones regionales que ahora están planeando su recuperación económica tras la crisis.