El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, nombró a Rolando Alexandre de Souza nuevo director general de la Policía Federal (PF), tras las graves acusaciones contra él por parte de su exministo de Justicia, Sergio Moro, por supuesta "interferencia política" en este organismo.
De Souza es considerado mano derecha de Alexandre Ramagem, elegido en un principio para el cargo, pero cuyo nombramiento fue suspendido la semana pasada por un juez del Supremo Tribunal Federal (STF) por no respetar "los principios de moralidad, impersonalidad e interés público".
Ramagem había estado al cargo de la seguridad de Bolsonaro durante su campaña electoral en 2018 y es amigo de la familia del mandatario. Según la Folha de S.Paulo, el nuevo director de la PF, hasta ahora secretario de Planificación de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin), fue aconsejado a Bolsonaro por el propio Ramagem, quien dirigió esta agencia.
Este nuevo nombramiento es interpretado como una alternativa del presidente para contar con la influencia del policía dentro de la PF.
Suspensión de Ramagem y dimisión de Sergio Moro
Ramagem fue escogido por el presidente tras una polémica decisión de destituir al anterior director Maurício Valeixo, que provocó la dimisión de su ministro estrella de Justicia y Seguridad Pública, Sergio Moro.
El día de su dimisión, Moro acusó a Bolsonaro de "interferencia política" en el interior de la PF, organismo dependiente del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública. Según el exministro, el mandatario quiere una persona dentro de la PF que le pueda brindar informaciones.
El domingo, el exministro fue interrogado durante ocho horas en Curitiba, en el sur del país, sobre las graves acusaciones contra el mandatario. Según el diario Estado de Sao Paulo, Moro presentó como pruebas mensajes y correos electrónicos intercambiados con el jefe de Estado.
La PF estaría investigando varios casos que afectan a los hijos de Bolsonaro. Uno de ellos es una investigación bajo secreto de sumario, y comandada por el STF, en la que se identificó al concejal Carlos Bolsonaro, hijo del presidente, como líder de una banda criminal dedicada a difundir noticias falsas.
El domingo, como ya hizo una semana antes, el presidente participó en una manifestación en la que se volvió a atacar al Congreso y al STF.
"Pido a dios que no tengamos problemas esta semana. Llegamos al límite, no hay más conversación, de aquí en adelante, no solo exigiremos, haremos cumplir la Constitución. Será cumplida a cualquier precio", aseguró en un claro mensaje dirigido al STF.