Ingenieros chinos presentan un motor a reacción que estará libre de emisiones de carbono

Aunque todavía queda un largo camino que recorrer en su desarrollo este mecanismo podría hacer posible que los aviones se desplazaran empleando tan solo electricidad y aire.

Un grupo de ingenieros de Wuhan, China, ha presentado un prototipo de motor a reacción que aprovecha la energía de aire comprimido y no usa combustibles fósiles. Los autores estiman que el invento podría allanar el camino a un viaje aéreo con huella de carbono cero.

El dispositivo comprime el aire y lo ioniza con microondas en una cámara, según un estudio publicado este 5 de mayo en la revista estadounidense AIP Advances. Este proceso genera un plasma que empuja el gas hacia adelante.

Por el momento se trata de un pequeño prototipo de prueba de concepto, pero la instalación resultó capaz de lanzar al aire una bola de acero que pesa un kilogramo. El empuje necesario para ese lanzamiento fue el mismo que ofrece un motor a reacción convencional de tamaño proporcional.

Este primer éxito significa que las aeronaves podrían volar algún día usando como combustible solo la electricidad y el aire que abunda en su entorno, aunque todavía hay un largo camino por recorrer.

Los experimentos llevados a cabo en la Universidad de Wuhan "demostraron que ese motor a reacción basado en el plasma de aire de microondas puede ser una alternativa potencialmente viable al motor a reacción convencional de combustible fósil", aseguró el autor principal del estudio, Jau Tang, y recoge un comunicado del Instituto Estadounidense de Física, al que pertenece la editorial de la revista.

Emisión cero de carbono

El equipo chino se vio motivado en su trabajo con la idea de "ayudar a resolver los problemas de calentamiento global que se deben al uso que hacen los humanos de motores que dependen de combustibles de fósiles para impulsar maquinaria, sean automóviles o aviones", según dijo Tang. Puesto que su motor no necesita combustibles fósiles, "no hay emisión de carbono que cause efecto invernadero y calentamiento global".

Otros intentos de desarrollar un propulsor a chorro de plasma recurrían a otros elementos, como xenón en los motores de la sonda espacial Dawn de la NASA. Este ejemplo, exitoso a la altura del Gran cinturón de asteroides, no puede superar la fricción atmosférica en la Tierra y no es lo suficientemente potente para usarlo en el transporte aéreo.

Los viajes aéreos destacan entre los factores del cambio climático. El diario The New York Times publicó en septiembre pasado una estimación de que los vuelos comerciales eran responsables del 2,5 % de todas las emisiones de gases de efecto invernadero y aquellas cifras aún no incluían los aviones militares.

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