México enviará nota diplomática a EE.UU. para aclarar investigación por envío de armas a narcotraficantes durante la gestión de Obama
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ordenó emitir una nota diplomática al Gobierno de EE.UU. para que el Departamento de Justicia de aquel país informe a la cancillería mexicana sobre qué dicen las conclusiones de la investigación por el operativo Rápido y Furioso, en el que una agencia federal estadounidense dio armas a narcotraficantes mexicanos durante la administración del expresidente Barack Obama entre 2009 y 2010.
Esta decisión se produce en medio de una polémica entre el actual mandatario mexicano y el expresidente Felipe Calderón, quienes dejaron entrever su antagonismo tras una serie de declaraciones de la exembajadora de EE.UU. en México, Roberta Jacobson, sobre los presuntos vínculos del gobierno de Calderón con las bandas del narcotráfico.
"Vamos a mandar una nota diplomática al Gobierno de EE.UU., queremos un informe sobre este caso, que informe el Departamento de Justicia", dijo López Obrador este viernes durante su conferencia de prensa matutina. "Estamos ante un caso delicadísimo porque se está reconociendo que hubo una intromisión ilegal, violatoria de nuestra soberanía, por un gobierno extranjero", subrayó.
"Que el Gobierno estadounidense diga si hubo o no cooperación, nada más, como complemento. Y si no hubo cooperación, que de todas maneras era indebida e ilegal, todavía es tiempo para ofrecer una disculpa, porque era otro el presidente, pero al final de cuentas es el Gobierno de EE.UU. el que tiene que explicar esta situación", expresó el mandatario.
Las declaraciones de López Obrador se produjeron luego de que un reportero le pidiera una opinión sobre las declaraciones del expresidente mexicano Felipe Calderón, quien a través de redes sociales negó que su administración hubiera colaborado con EE.UU. para entregar armas a narcotraficantes.
Es falso que el gobierno de México haya tenido un acuerdo con el gobierno de EUA para introducir armas al país. Durante la Administración 2006-2012, el gobierno mexicano exigió firmemente al gobierno de EUA detener el tráfico de armas que llegaban a los criminales. Abro hilo...
— Felipe Calderón (@FelipeCalderon) May 8, 2020
El canciller Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, indicó que la nota diplomática sería enviada este mismo viernes a EE.UU.
¿Pero a qué se debe que un asunto ocurrido hace una década haya cobrado nueva relevancia en fechas recientes?
Las declaraciones de Jacobson
La exembajadora Roberta Jacobson, quien fungió como la representante de EE.UU. en México de 2016 a 2018, declaró en una entrevista periodística que el Gobierno de EE.UU. conocía de los presuntos nexos entre el exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, y grupos del crimen organizado.
García Luna se encuentra recluido en Nueva York, luego de que en diciembre de 2019 fuera detenido y acusado por el Gobierno de EE.UU. de ayudar al Cártel de Sinaloa a traficar cocaína a territorio estadounidense. Tras la detención, el expresidente Felipe Calderón se deslindó de su colaborador, pues dijo que "desconocía por completo" los hechos que se le imputaban a quien fuera el principal operador de la llamada "guerra contra el narcotráfico".
"El Gobierno mexicano sabía tanto como nosotros, si no es que más, y nunca tomó acciones en su momento y por ello encuentro un poco ingenuo culpar a EE.UU. por no tomar medidas", dijo Jacobson en entrevista con el semanario Proceso.
Tras la polémica que levantó el texto del periodista Jesús Esquivel, Jacobson emitió una nota aclaratoria, señalando que nunca vio "ninguna información corroborada" sobre la participación de García Luna en el tráfico de drogas.
Let’s be clear about what I said—and have always said about former secretary Garcia Luna: 1. I never saw any CORROBORATED information of involvement in drug trafficking; 2. In an environment of many rumors, one is always cautious about working with officials;
— Roberta S Jacobson (@Jacobson_RS) May 4, 2020
La aclaración de Jacobson fue utilizada por Calderón para defenderse de las críticas recibidas en redes sociodigitales.
Sin embargo, una investigación publicada en el periódico El Universal documentó que la administración de Calderón había desechado al menos 12 denuncias interpuestas contra García Luna ante la Secretaría de la Función Pública por enriquecimiento ilícito y abuso de autoridad.
En diciembre pasado, Javier Herrera Valles, quien fungió como Comisario General de la Policía Federal Preventiva (PFP) en el sexenio calderonista, dijo que él denunció a García Luna a través de dos cartas que le envió al entonces presidente Calderón en febrero y mayo de 2008.
Tras la polémica desatada por las declaraciones de Jacobson, López Obrador arremetió contra el expresidente Calderón, quien es uno de sus principales adversarios políticos, y pidió que se investigaran los vínculos de altos funcionarios estadounidenses con García Luna.
"Habría que investigar cuál es la responsabilidad de funcionarios de EE.UU., cómo se hicieron los acuerdos entre gobiernos, porque había una estrecha cooperación, tan es así que cuando García Luna se va del país va a Miami, no se fue a París", dijo el mandatario mexicano en su conferencia de prensa del 7 de mayo.
En este contexto, López Obrador sacó a colación el tema de la operación Rápido y Furioso, en la que la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de EE.UU., sin conocimiento del Gobierno mexicano, dio armas a los cárteles de la droga entre 2009 y 2011 para, supuestamente, rastrear el flujo ilícito de armamento.
Sin embargo, agentes estadounidenses reconocieron que dicho operativo falló y se perdieron más de 2.000 armas otorgadas a las organizaciones criminales, lo que ocasionó una crisis diplomática entre México y EE.UU.
"Sería bueno saber si el expresidente Calderón sabía o no lo de la entrada de armas en el operativo de Rápido y Furioso, nada más eso, ¿y por qué lo permitió si lo sabía?", exclamó el mandatario.
Un caso en el que la relación bilateral entre México y EE.UU. en materia de seguridad ha servido como colofón para dirimir conflictos internos en la política mexicana, tal como lo demuestran las declaraciones cruzadas de López Obrador y el expresidente Calderón, uno de los principales críticos del actual Gobierno mexicano.