El relator especial de la ONU para la Tortura, Nils Melzer, afirmó que descubrir que la crueldad sufrida por Julian Assange por las democracias occidentales había sido premeditada ha aumentado su temor de aprender más sobre cómo funcionan esas democracias. El fundador de WikiLeads permanece encarcelado en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh (Reino Unido).
"Hoy hace un año visitamos Assange en prisión. Mostraba signos claros de una prolongada tortura psicológica. Primero me sorprendió que las democracias maduras pudieran producir tal accidente. Entonces descubrí que no fue un accidente. Ahora tengo miedo de conocer nuestras democracias", publicó el relator en Twitter.
Después de que los expertos médicos que acompañaron a Melzer durante la visita del año pasado concluyeran que Assange había sido víctima de tortura psicológica debido a su detención arbitraria, el funcionario de la ONU instó a las cuatro naciones involucradas —EE.UU, Reino Unido, Suecia y Ecuador— a lanzar un proceso formal de investigación.
Melzer se involucró en el caso de Assange en marzo de 2019, luego de dos peticiones hechas con anterioridad por los abogados del activista australiano. De inmediato, al indagar en el caso, se dio cuenta de que "algo estaba mal".
En febrero, el relator reveló el montaje y algunas inconsistencias que ha encontrado en torno a los casos judiciales contra el fundador de WikiLeaks en Suecia, Reino Unido y EE.UU., además del trato dado por Ecuador al activista. "Assange ha revelado la tortura, fue torturado y podría ser torturado hasta la muerte en EE.UU.", dijo Melzer.
Ese mismo mes, más de un centenar de médicos urgieron al Reino Unido y a Australia en una carta abierta a acabar con la "tortura" al activista encarcelado en la prisión británica a la espera de que se resuelva una petición de extradición a EE.UU.
Esta semana, se dio a conocer que la segunda parte del caso de la extradición a EE.UU. de Assange ha sido pospuesta hasta al menos el próximo septiembre. La decisión está relacionada con la cuarentena impuesta por el Gobierno británico a causa de la pandemia de coronavirus.