El ministro de Defensa de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, dijo este martes que investigará una eventual "filtración de información", después que Venezuela asegurara días atrás que pudo frenar un intento fallido de incursión marítima a su territorio, gracias a los contactos que posee en los organismos de inteligencia de Bogotá.
Trujillo, en compañía de la cúpula de las Fuerzas Militares y el director de la Policía Nacional, afirmó que la filtración de información por parte de cualquier servidor público o uniformado, "que infrinja la reserva o no cumpla con la custodia de la información, es un delito, y por lo tanto debe ser investigado y sancionado". El funcionario consideró que cualquier desliz de datos en esas instancias, "pone en riesgo la soberanía nacional" y también "el orden constitucional".
La respuesta de Caracas fue casi inmediata. El canciller venezolano, Jorge Arreaza, estimó que con las declaraciones de Trujillo, "Colombia confiesa que sus Fuerzas de Seguridad sí participaron en la operación mercenaria contra Venezuela, financiada por el narcotráfico".
Arreaza consideró que, tras develarse la operación, el gobierno colombiano decidió "perseguir a quienes dieron la información" que sirvió para "impedir un baño de sangre" en Venezuela.
De igual forma, el Ministro para la Defensa de Venezuela, el general Vladimir Padrino López, manifestó: "a confesión de parte, relevo de pruebas", un axioma jurídico, según el cual, quien admite algo, libera a la contraparte de tener que probarlo.
El pasado 18 de mayo, el ministro de Comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez, aseguró que Miraflores tiene "agentes infiltrados" en Colombia, por lo que pudo "acceder a muchas horas de grabación" de conversaciones entre el diputado Hernán Alemán y el general venezolano en condición de retiro Clíver Alcalá Cordones, quien estaba a cargo de la fallida incursión denominada "Operación Gedeón".
"Esto es producto de las infiltraciones que nosotros tenemos en el seno de la inteligencia colombiana, en el seno de la inteligencia de la fuerza armada colombiana", aseguró Rodríguez.
Hasta ahora, las autoridades venezolanas han detenido a más de 40 personas vinculadas a estos hechos, entre ellas, dos exmilitares estadounidenses. Todos los implicados afirmaron que habían recibido entrenamiento en tres campamentos ubicados en Riohacha, al norte de Colombia.
El pasado 13 de mayo, el embajador de Venezuela para las Naciones Unidas (ONU), Samuel Moncada, llevó el caso ante el Consejo de Seguridad del organismo. Ahí, señaló que Colombia y EE.UU. "organizaron, entrenaron, financiaron y protegieron" a unos 60 "mercenarios y terroristas", implicados en la incursión fallida, que se perpetró en el litoral central el pasado 3 de mayo.