En el casi año y medio que Jair Bolsonaro (sin afiliación a partido) ocupa la Presidencia de la República de Brasil, su gobierno ha pasado por sustanciales reestructuraciones y los cuatro ministerios más poderosos que actúan diariamente junto al presidente han pasado a estar ocupados por militares. Nueve de las 22 carteras han cambiado de ministro jefe y ocho de entre ellos ya no forman parte del gobierno. Otros tres ministros siguen en el gobierno pero han cambiado de cartera.
La más reciente reestructuración ministerial fue la salida del ministro de la Salud, Nelson Teich, que no llevaba ni un mes en el cargo. Teich sustituía a su predecesor, Luiz Henrique Mandetta, que también abandonó este ministerio clave por disconformidades políticas con Bolsonaro, en medio de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, que coloca a Brasil en el segundo país del mundo más afectado en número de casos: 374.898 contagiados y 23.73 muertos, según las cifras de este 25 de mayo.
Brasil continúa sin ministro de Salud tras la salida de Teich
Nelson Teich, oncólogo y empresario en el sector de la investigación y la salud privada que lideraba el Ministerio de la Salud desde el 17 de abril, abandonó el gobierno de Bolsonaro este 15 de mayo. "La vida está hecha de elecciones. Y hoy yo escogí salir", declaró el día de su partida en una declaración pública en la que no se permitieron preguntas de los periodistas. Teich no informó sobre los motivos de la salida y algunos asesores de esta cartera afirmaron que se trataba de un despido y no de una demanda propia de dimisión, tal y como recoge el medio brasileño G1.
La falta de acuerdo entre el presidente y el exministro sobre el uso de la cloroquina en el tratamiento del coronavirus y las medidas para abordar la crisis sanitaria se presentan como las principales causas de su salida. "Yo no acepté la invitación por el cargo, acepté porque pensé que pudiese ayudar a Brasil, ayudar a las personas", declaró Teich en su discurso de retirada.
El ya exministro no accedió a firmar el protocolo de Bolsonaro para recomendar que el sistema público de salud brasileño (SUS, por sus siglas en portugués) aplique la cloroquina en todos los casos de covid-19, desde leves a graves, ni tampoco concordaba con la propuesta de una salida más acelerada de la actual situación de aislamiento. El protocolo fue ratificado el pasado miércoles, 20 de mayo, por el responsable interino del Ministerio de la Salud, el general del Ejército Eduardo Pazuello. Frente a la ausencia del nombramiento de un nuevo ministro, este militar se desempeña como portavoz de la Salud.
Los conflictos en esta cartera ministerial han sido recurrentes desde que el coronavirus llegó a Brasil y Bolsonaro lo tildó de "gripecita". Mandetta, que también es médico y precedió a Teich como ministro de la Salud desde que se formó el actual gobierno, en enero de 2019, fue despedido por el presidente que afirmó que se trataba de "un divorcio consensual". El desgaste de una relación tensa entre presidente y exministro se hizo latente durante la semana previa al despido. Bolsonaro mostró su prioridad en proteger la economía en detrimento de las medidas de aislamiento y afirmó que Mandetta, a favor del confinamiento, tenía el derecho de defender su punto de vista como médico. Por su parte, este exministro agradeció al presidente y a su gabinete, no obstante, y declaró que "es mejor que él (Bolsonaro) organice un equipo con otro punto de vista".
Desde el inicio de la pandemia el presidente ignora las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), defiende la vuelta al trabajo para que el aislamiento se aplique únicamente a las personas en situación de riesgo y libra una batalla política con los gobernadores de los 27 estados brasileños, que han impuesto desde mediados de marzo las medidas de confinamiento y el cierre de algunos comercios.
Bolsonaro perdió uno de los pilares de su gobierno
También durante la pandemia del coronavirus, el gobierno de Bolsonaro perdió a uno de los principales referentes de popularidad: Sergio Moro, antiguo ministro de Justicia y Seguridad. Esta fue la salida más escandalosa de uno de los ministros del actual gobierno.
Moro dimitió bajo acusaciones de que el presidente estaría intentando influir en el trabajo de la Policía Federal, que investiga causas que inmiscuyen como sospechosos a familiares de Bolsonaro. Tres de sus hijos ocupan cargos políticos de senadores y diputados. Uno de ellos, Carlos Bolsonaro, está siendo investigado por implicación en la difusión de noticias falsas durante la campaña presidencial. Su hermano, Flavio Bolsonaro, por desvío de fondos públicos y alianzas con milicias. Además, estas investigaciones descubrieron trasferencias de dinero sospechosas que llegaron incluso a la cuenta de la primera dama, Michelle Bolsonaro. El presidente cambió al director del cuerpo policial que comandaba estas causas aun con la disconformidad del exministro y la Justicia brasileña investiga ahora las diversas acusaciones que se lanzan estos dos antiguos aliados, hoy políticamente enfrentados.
Asimismo, la Secretaría de la Presidencia admitió el lunes, 25 de mayo, que el despido del antiguo director de la Policía Federal se realizó con una firma falsa de Moro, lo que ellos justifican como "descuido" sin intención de cometer una "ilegalidad".
Moro, una figura extremamente popular entre una parte de la población brasileña por condenar al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva a 12 años y 11 meses de prisión, habíaabandonado su carrera en la magistratura para aceptar el ministerio. Su conturbada salida da muestra de la pérdida de alianzas por la que pasa Bolsonaro, que sufre también una caída de popularidad entre algunos de sus antiguos electores.
El Ministerio de la Justicia y Seguridad, que fusionó estas dos carteras por solicitud expresa de Moro, está actualmente comandado por el abogado André Mendonça, que antes lideraba el Ministerio de Abogacía General de la Unión. El traslado determinó el nombramiento de otro nuevo ministro para el cargo que Mendonça dejaba vacante y el elegido fue el jurista José Levi Mello. El ministro de Desarrollo Regional también fue sustituido en febrero y el de Educación en abril por desacuerdos políticos con el presidente.
Los militares lideran la cúpula ministerial
A mediados de febrero, Bolsonaro decidió sustituir al ministro de la Casa Civil y nombrar al general del Ejército Walter Souza Braga Netto, quien comandó la misión de las Fuerzas Armadas para controlar la seguridad pública del estado de Río de Janeiro en 2018, tras la demanda del expresidente no electo Michel Temer. La Casa Civil, con funciones similares a un Ministerio del Interior o a un Gabinete Presidencial, es el mayor órgano ejecutivo que asiste al presidente. Con el nombramiento de Braga, los militares consiguieron ocupar los cuatro ministerios más importantes del país, que trabajan en diálogo directo con Bolsonaro en el palacio presidencial del Planalto.
Onyx Lorenzoni, el antiguo ministro de la Casa Civil, fue trasladado al de Ciudadanía, y su predecesor, Osmar Terra, fue dimitido. Ambos estaban implicados en cuestionamientos públicos por sus gestiones ministeriales. Bolsonaro confirmó estos tres cambios en un mismo tuit, en el que anunció una ceremonia de traspaso de cargos.
Otros dos ministerios del grupo más próximo a Bolsonaro también fueron reestructurados, el de la Secretaría de Gobierno, que estaba ocupado por un militar y recibió otro militar en sustitución, y el de la Secretaría General de la Presidencia, que ha tenido tres ministros en lo que va de gobierno, dos de ellos también de las Fuerzas Armadas.
En total son nueve los ministerios que han cambiado de comando, once los cargos ministeriales alterados, y ocho los ministros que han abandonado el gobierno. En la composición gubernamental inicial, siete del total de los 22 ministros iniciales eran militares y, actualmente, la representación de cargos ministeriales bajo el liderazgo militar ha ascendido a nueve. Este gobierno, con alta rotatividad, muestra un carácter cada vez más militar. Tanto Bolsonaro como su vicepresidente, Antônio Hamilton Martins Mourão, también provienen de las Fuerzas Armadas.
Luna Gámez
@LunaGamp