El asesinato de un exfuncionario mexicano revive un caso de corrupción que involucra al expresidente Peña Nieto
El asesinato de un exfuncionario vinculado un caso de corrupción en México, que involucra al expresidente Enrique Peña Nieto, forma parte de una intriga política que ha generado reacciones en el país.
Se trata de un caso emblemático de desvío de recursos públicos, al que ahora se suma un asesinato con móvil extraño, y que ha levantado todo tipo de especulaciones sobre las razones detrás del homicidio.
¿Qué pasó?
El pasado jueves 21 de mayo, se registró el asesinato de Alfonso Isaac Gamboa Lozano, extitular de la Unidad de Política y Control Presupuestal de la Secretaría de Hacienda, durante el mandato del expresidente Enrique Peña Nieto.
Gamboa Lozano fue masacrado junto a dos hombres y tres mujeres, presumiblemente familiares, en una casa de descanso ubicada en el fraccionamiento Las Brisas en Temixco, Morelos, cerca de la Ciudad de México.
Las primeras indagatorias apuntan a que el multihomicidio fue perpetrado por cuatros hombres armados. Tras el crimen, no se reportó ningún tipo de robo, por lo que la Fiscalía de Morelos informó que realiza las pesquisas "para agotar todas las líneas de investigación".
El caso cobra relevancia debido a que Gamboa fue una pieza clave en la llamada Operación Safiro (con 's', según el nombre oficial), en la que altos funcionarios del sexenio de Peña Nieto, incluido el entonces secretario de Hacienda y excanciller, Luis Videgaray, han sido acusados de operar una red de desvío de recursos millonarios para inyectarlos ilegalmente en campañas políticas.
De acuerdo con la investigación del caso, encabezada por el Gobierno del estado de Chihuahua, Gamboa ha sido señalado de haber firmado todos los convenios de transferencia de recursos, a través de los cuales se realizó la entrega de al menos 250 millones de pesos, que fueron desviados en 2016 mediante empresas fantasma, con fines político electorales.
¿Por qué es relevante?
El Gobierno de Chihuahua, encabezado por Javier Corral, ha señalado que Gamboa poseía información crucial para resolver el caso.
"Hay mucha información que poseía esa persona y que lamentablemente se lleva con él", dijo el fiscal de Chihuahua, César Peniche, en entrevista con medio local Tiempo.
Al asumir el cargo como gobernador de Chihuahua, en 2016, Corral se comprometió a indagar el saqueo de su antecesor César Duarte, quien se encuentra en EE.UU., en espera de ser extraditado a México.
La investigación del caso en Chihuahua logró documentar un 'modus operandi', supuestamente usado por el Gobierno de Peña Nieto para desviar dinero en al menos cinco estados del país, con el objetivo de inyectarlo a campañas políticas del PRI, partido que ocupó la presidencia del país entre 2012 y 2018.
"Isaac Gamboa era la persona que desde su área liberaba formalmente los recursos públicos a las entidades federativas, firmaba todos los convenios", explicó Corral, en entrevista con Aristegui Noticias.
"Fue una pieza clave en el entramado de la Operación Safiro, pues era el puente entre los políticos corruptos de los estados, los operadores financieros que recibían el dinero y lo distribuían, pero principalmente con los funcionarios corruptos de alto nivel en el Gobierno federal de entonces, como podría ser el mismo presidente de la República, Enrique Peña Nieto", señaló Corral.
Aunque la Operación Safiro involucra a otros estados como Durango, Sonora, Colima, Estado de México y Morelos, Chihuahua es el único que ha judicializado el caso, que tendrá que ser resuelto por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que habrá de decidir si el Gobierno federal operó políticamente para entorpecer las investigaciones.
"La única investigación con la que realmente podrían llamar a cuentas a Peña Nieto es esta", aseguró Corral.
El caso, calificado por el gobernador chihuahuense como el "corazón de la corrupción política en México", ha documentado un esquema de desvío de recursos similar al utilizado en otros estados como Veracruz, cuyo exgobernador Javier Duarte aseguró que la operación había sido un montaje pactado con Peña Nieto.
El actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó que el asesinato de Gamboa es también investigado por la Fiscalía General de la República, que hasta ahora no se ha pronunciado públicamente sobre el caso.
"Este lamentable caso lo está atendiendo la Fiscalía (...) Por esta posible relación con los sucesos de Chihuahua y de desvíos de fondos. Aquí aclaro también que es reprobable que se le quite la vida a alguien; es algo que no debe de celebrarse de ninguna manera. Eso no es justicia, es barbarie, es inhumano", dijo el mandatario durante su conferencia del 26 de mayo.