La Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) suspendió una jornada académica en la que iba a participar el exministro de Justicia de Brasil Sergio Moro, luego del escándalo que provocó la invitación.
El evento, que se realizaría vía zoom, estaba programado para el 10 de junio y fue promocionado el miércoles por la tarde con una foto de Moro y el título 'Combate contra la corrupción, democracia y estado de derecho'. Marcelo Gebhardt, vicedecano de la Facultad, sería el presentador y el empresario periodístico Jorge Fontevecchia, el moderador.
La convocatoria corrió a cargo del Centro de Estudios sobre Transparencia y Lucha Contra la Corrupción que dirige Carlos Balbín, exprocurador del Tesoro durante el gobierno del expresidente argentino Mauricio Macri.
Sin embargo, bastó que el afiche se publicara en redes sociales para que comenzara una ola de repudio que fue corriendo con el paso de las horas.
El argumento principal fue que, cuando era juez, Moro participó en la operación política, mediática y judicial que culminó con la detención ilegal del expresidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva, como parte del Lava Jato, el mayor escándalo sobre corrupción que ha habido en ese país y que estuvo plagado de anomalías.
De acuerdo con sus detractores, la complicidad de Moro con quienes participaron en la persecución a Lula, la expresidenta Dilma Rousseff y el Partido de los Trabajadores quedó demostrada cuando aceptó sumarse al gabinete de Bolsonaro como ministro de Justicia, cargo que ocupó solo durante 16 meses, ya que renunció el pasado 24 de abril e inició una confrontación política con el presidente, que está envuelto en permanentes polémicas.
Con esos antecedentes, quienes criticaron a Moro en Argentina consideraron que carece de autoridad ética e intelectual para disertar sobre lucha contra la corrupción, democracia y estado de derecho, porque justamente esos valores fueron debilitados en los últimos años en Brasil, en un proceso del que él fue protagonista.
Además de los miles de pronunciamientos personales que inundaron las redes sociales, se inició una campaña de recolección de firmas para repudiar el exjuez.
"Sergio Moro fue artífice y ejecutor de la persecución judicial contra el expresidente Luiz Ignacio 'Lula' Da Silva a través de la cual se lo imposibilitó presentarse a elecciones", aseguró el manifiesto.
Agregó que, al participar como ministro de Justicia de Bolsonaro, Moro evidenció su "absoluta parcialidad" contra Lula, además de que se sumó a un gobierno que es reconocido por violentar y atacar los derechos de las minorías étnicas, sexuales, religiosas, los derechos de las mujeres, y por fomentar el odio y la discriminación como una herramienta política.
"Muy lejos de ser un ejemplo de transparencia y lucha contra la corrupción, Moro es símbolo de la peor cara del Poder Judicial en las naciones latinoamericanas, siendo un engranaje fundamental del 'Lawfare', o guerra judicial contra líderes políticos de la región", aseguró.
Al anochecer, la Facultad de Derecho confirmó que la actividad se cancelaba, aunque el anuncio formal y los argumentos para tomar esta decisión los hará este jueves.
La reacción contrasta con los halagos que Moro se ganó a nivel internacional, gracias en parte a una intensa campaña mediática, por haber sido el juez que encarceló a Lula, a pesar de que los delitos que le imputó al expresidente nunca quedaron demostrados.
Gracias al Lava Jato y a una intensa campaña mediática internacional a su favor, el exjuez solía ser recibido con honores en varias partes del mundo, incluso en Argentina, en donde fue considerado como un "héroe" de la lucha anticorrupción principalmente por el macrismo, pero su credibilidad se debilitó cuando aceptó ser ministro de Bolsonaro.