La cantante y actriz estadounidense Taylor Swift ha acusado al presidente de EE.UU., Donald Trump, de avivar el racismo y el supremacismo, después de que el mandatario publicara unos tuits en los que parecía amenazar con disparos a los manifestantes de las protestas en Mineápolis, estado de Minnesota, que estallaron a raíz la muerte del afroamericano George Floyd a manos de la Policía.
"Después de avivar el fuego de la supremacía blanca y el racismo toda tu presidencia, ¿tienes el descaro de pretender superioridad moral antes de amenazar con la violencia?", cuestionó Swift en su publicación de Twitter, que ha acumulado ya más de 2 millones de 'me gusta'.
"¿'Cuando el saqueo comienza, empiezan los disparos'? Te expulsaremos en noviembre", agregó la cantante, citando la polémica publicación de Twitter del jefe de Estado que fue marcada por la red social con un aviso de glorificación de la violencia.
En este tuit de Trump mencionado por Swift, el presidente estadounidense llamó "matones" a los manifestantes de Minesota que —dijo— "están deshonrando la memoria de George Floyd", un afroamericano de 46 años, cuya muerte bajo custodia policial acaecida este lunes ha desembocado una ola de protestas masivas en todo el país.
"No dejaré que eso suceda. Acabo de hablar con el gobernador [de Minesota] Tim Walz y le he dicho que los militares están con él todo el tiempo. Ante cualquier dificultad, asumiremos el control pero, cuando el saqueo comienza, empiezan los disparos", escribió Trump en su perfil de Twitter este jueves.
La plataforma señaló la serie de tuits del mandatario con una notificación especial que avisa a los usuarios sobre la violación las reglas de Twitter sobre "glorificación de la violencia".
Con estas acusaciones Taylor Swift se ha unido a numerosas celebridades de la música y el cine, sobre todo afroamericanas, que en esta semana han expresado su indignación por el fallecimiento de Floyd. Beyoncé, LeBron James, Kanye West, Madonna, Ariana Grande y Billie Eilish son solo algunos de los ellos.
La Policía de Mineápolis (Minesota, EE.UU.) detuvo este lunes a George Floyd por sospechas de "fraude en curso". Durante el arresto, uno de los agentes presionó el cuello del detenido con su rodilla durante al menos ocho minutos, a pesar de que el individuo se quejaba de que no podía respirar. Floyd fue declarado muerto en un hospital.
El video de la detención, grabado por un testigo, fue ampliamente compartido en las redes sociales y desató de inmediato una ola de indignación y de protestas masivas en Mineápolis, que a lo largo de la semana se han extendido a otras ciudades del país.
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