El desarrollo del B-21 Raider, un nuevo bombardero sigiloso de la Fuerza Aérea de EE.UU., ha dado otro paso tecnológico al integrar un sofisticado 'software' que "ofrecerá a los pilotos información organizada sobre la zona de guerra en tiempo real", según Military & Aerospace, que se remite a las declaraciones del jefe de adquisiciones de la Fuerza Aérea de EE.UU., William Roper.
Una publicación de Roper en LinkedIn lo explica de la siguiente manera: "¡Nuestro equipo del B-21 acaba de ejecutar 'software' en contenedores con [el sistema informático] Kubernetes en 'hardware' listo para el vuelo!".
Los contenedores de 'software', una nueva tendencia en la informática, se resume en el empaquetado de 'software' en unidades estandarizadas, que incluyen todo lo necesario para ejecutarse, implementando y ajustando la escala de aplicaciones en cualquier entorno, es decir, siendo aisladas de otros programas, según el sitio web Kubernetes.
Aunque la mayor parte del desarrollo del B-21 se mantiene en secreto, el analista militar de la revista, Kris Osborn, indicó que el nuevo equipo del bombardero incluirá sensores, computadoras y dispositivos electrónicos, lo que permitirá "escalar, desplegar y racionalizar mejor las funciones de procesamiento, como la verificación de datos de la aviónica, medición de la altitud y velocidad".
En realidad esto significa que los sensores, los datos de focalización y los de navegación se gestionarán y organizarán a través de una mayor automatización computacional para que los pilotos tomen decisiones en combate más rápidas e informadas.
Se espera que el primer prototipo del B-21 Raider que desarrolla el contratista de defensa Northrop Grumman sea construido en 2021, y se planea que tenga alcance intercontinental y capacidad nuclear. La aeronave se promociona como un posible reemplazo para la flota de bombarderos pesados furtivos B-2, que entraron en servicio en 1997.
El diseño de la aeronave ha sido concebido bajo el esquema de 'ala voladora'. Se espera que el nuevo bombardero estratégico entre en servicio para los Estados Unidos a mediados de la década de los 20. En total, el Pentágono tiene la intención de comprar al menos 100 aviones de este tipo.