Las Islas Marshall recelan de la seguridad de un depósito con toneladas de desechos nucleares de EE.UU. que presenta fugas radioactivas
Esta semana, el Departamento de Energía de EE.UU. publicó un informe para el Congreso que evalúa los riesgos de la cúpula de Runit, un antiguo vertedero de desechos nucleares estadounidenses, construida hace cuatro décadas en las Islas Marshall, un Estado insular independiente en el Pacífico.
El documento establece que la cúpula, que cubre toneladas de escombros nucleares resultado de docenas de pruebas atómicas que EE.UU. llevó a cabo durante la Guerra Fría, es sólida y que las fugas radiactivas hacia la laguna cercana no son significativas.
El año pasado, el Congreso estadounidense ordenó que el departamento preparara un informe sobre la integridad estructural de la cúpula, que se ve amenazada por el cambio climático y el aumento del nivel del mar.
Según el documento presentado, el aumento del nivel del mar podría "provocar que las olas erosionaran las secciones inferiores de la cúpula", pero no hay suficientes datos para determinar "cómo estos eventos podrían afectar el medioambiente".
No obstante, las conclusiones extraídas por el Departamento de Energía no parecieron satisfacer al Gobierno del país oceánico, que cree que Washington minimiza una vez más los riesgos reales.
La presidenta de la Comisión Nacional Nuclear de las Islas Marshall, Rhea Christian-Moss, aseguró que "el informe no ofrece nada nuevo y es más o menos lo que se esperaba ver", informa Los Angeles Times.
"No esperamos que la comunidad de Enewetak [el atolón donde se encuentra la cúpula] vaya a sentirse más segura tras este informe, ya que no contiene información nueva de lo que han visto (...) y no confían en él", dijo la alto cargo, quien también notó la falta de datos del documento, en particular sobre el nivel de radiación en las aguas subterráneas que se filtran desde la cúpula hacia la laguna.
El nuevo informe también asegura que no hay suficiente información disponible para comprender si las fugas del depósito están afectando la vida marina. Al mismo tiempo, los estudios de personas que viven cerca del depósito muestran niveles normales de radiación, lo que sugiere que no se ven afectadas negativamente.
"La ausencia de datos que muestren algún riesgo no significa que no exista ese riesgo. Así que mi conclusión principal del informe es que muchos riesgos aún son 'desconocidos'", concluyó Christian-Moss.
Una cúpula de hormigón desgastada
De acuerdo con una investigación de Los Angeles Times realizada el año pasado, la desgastada cúpula de hormigón sube y baja con la marea. Esta contiene el equivalente a 35 piscinas olímpicas de tierra y desechos radiactivos —incluidas cantidades letales de plutonio— producidos por el país norteamericano.
Entre 1946 y 1958, cuando el archipiélago estaba administrado por Washington, EE.UU. detonó 67 bombas nucleares en las Islas Marshall y en sus proximidades, arruinando islas enteras y formando cráteres en sus lagunas poco profundas, lo cual obligó a cientos de personas a abandonar sus hogares.
El cráter de una de las explosiones fue utilizado para almacenar desechos nucleares y posteriormente fue cubierto con gruesas losas de hormigón para formar una cúpula protectora de 115 metros.
El nuevo informe tampoco incluye el plan para reparar la cúpula que solicitaba el Congreso. Los autores del informe aseguran que "en este momento la cúpula no requiere más mantenimiento" que el mantenimiento ocasional del exterior del depósito. De acuerdo con el documento, que la cúpula presente grietas y se esté desmenuzando no constituye ningún peligro.