No fue el cambio climático lo que condenó a los neandertales del Mediterráneo a la extinción
La extinción de los neandertales, hace aproximadamente 42.000 años, no es atribuible a ningún cambio climático, sostiene un grupo de investigadores de la Universidad de Bolonia. Al menos, no fue la causa en lo que se refiere a varios grupos de homínidos que vivían en la península itálica, donde llevaron a cabo su estudio en materia del paleoclima y la espeleología.
En Pozzo Cucù, una de las cuevas de la región italiana de Apulia, los científicos encontraron una estalagmita que medía solo 50 centímetros de alto, pero que, en realidad, era muy 'longeva'. Los análisis a los que fue sometida revelaron que se había formado durante casi 80 milenios hace unos 27.000 años, o sea, que cubría con creces la última fase de existencia de los homínidos en suelo europeo.
Los hallazgos arqueológicos previos al estudio demostraron que los neandertales coexistían con la especie moderna de seres humanos —Homo sapiens sapiens— en las regiones norteñas de Italia durante aproximadamente 3.000 años. Este tiempo de coexistencia comenzó cuando Europa vivía una Edad de Hielo y expiró antes de que comenzara una fase de calentamiento.
A juzgar por la formación de esta y de otras estalagmitas examinadas de la cueva, las condiciones climáticas y ambientales eran estables, afirman los estudiosos en un artículo publicado recientemente en la revista Nature Ecology & Evolution. "Apulia no se vio afectada por las oscilaciones climáticas dramáticas" en ningún momento durante ese periodo.
Por lo tanto, el predominio del Homo sapiens y la extinción de los neandertales "debe abordarse desde una perspectiva que tenga en cuenta condiciones climáticas y ambientales favorables para ambas especies". Los autores extienden su conclusión a todo el Mediterráneo occidental, aunque se conocen varios vestigios de la presencia del Homo neanderthalensis en la penínsila Ibérica que se remontan a milenios muy posteriores.
"Un lugar perfecto"
El geólogo Jo De Waele, que formaba parte del equipo investigador, explicó para el comunicado de la Universidad de Bolonia, difundido este 20 de julio, que las pruebas llevadas a cabo "muestran poca variación en las precipitaciones entre 50.000 y 27.000 años atrás" y que el alcance de esta variación "no es suficiente para causar alteraciones en la flora que crece en el ambiente más allá de la cueva". En particular, los isótopos de carbono demostraron que "la bioproductividad del suelo se mantuvo constante durante ese período que incluye la coexistencia de 3.000 años", lo que significa que no hubo cambios sustanciales en la flora ni en el clima.
El autor principal de la publicación, Andrea Columbu, destacó las ventajas y la importancia de las cuevas situadas en la meseta de Murge, en Apulia, que califica como un "lugar perfecto" para comprender "los movimientos antropológicos" y encontrar respuestas sobre el clima prehistórico del Mediterráneo occidental. "Muy pocas otras áreas en el mundo vieron a ambas especies coexistir en un espacio relativamente pequeño", explica.
Papel del clima
La hipótesis del cambio climático figura entre las principales para explicar la extinción de la generación anterior de homínidos, los Homo erectus que dejaron de existir en las islas de la Asia sudoriental hace unos 117.000 años. En 2019, un estudio reveló que los cambios repentinos en temperaturas ambientales abocaron a los neandertales al canibalismo en el actual territorio francés, aunque en aquella misma época muy remota.
Respecto al tiempo inmediatamente previo a la desaparición, otro estudio de 2018 sugirió que los períodos fríos contribuían a la extinción de los neandertales y a su subsecuente reemplazo por el hombre moderno. En aquel entonces los datos paleoclimáticos quedaron marcados en estalagmitas de las cuevas de Europa central.
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