China promete una respuesta firme y racional a las "acciones imprudentes" de EE.UU.
Wang Yi, ministro de Relaciones Exteriores de China, prometió una respuesta firme y racional a las acciones "imprudentes" de EE.UU. Además, señaló que todos los países deben "evitar que el mundo sea arrastrado a una nueva guerra fría". Así lo afirmó en una conversación telefónica con su homólogo francés, Jean-Yves Le Drian.
"Cuando se enfrente con la imprudencia de EE.UU., la respuesta de China será firme y racional. China se opondrá resueltamente a las prácticas maliciosas que infringen nuestros derechos e intereses legítimos, China nunca será la primera en agitar el conflicto", enfatizó el diplomático, comentando el cierre por parte de Washington del Consulado General de China en Houston y el posterior cierre de la misión diplomática estadounidense en Chengdu.
"Creemos que todos los Estados pueden tomar decisiones correctas y sabias y estar en desacuerdo con el punto de vista del grupo político influyente que se encuentra en EE.UU.", agregó Wang Yi, y aseguró que Pekín está "dispuesto a mantener la estabilidad de las relaciones" con EE.UU. debido a "los intereses comunes de los pueblos" de ambos países.
El martes pasado, la Administración Trump decretó el cierre del Consulado chino en Houston (EE.UU.) con el fin de "proteger la propiedad intelectual y la información privada" de la nación norteamericana. El presidente estadounidense alegó que funcionarios chinos intentaron robar datos de instalaciones en Texas, incluido del sistema médico, y puntualizó que "siempre es posible" ordenar el cierre de más consulados de China en el país.
En respuesta a la decisión "unilateral" de Washington, la nación asiática ordenó el viernes el cierre del Consulado estadounidense en la ciudad de Chengdu, alegando que se trata de una contramedida "legítima y necesaria" que "se ajusta al derecho internacional".
China condenó "enérgicamente" la medida "unilateral" de EE.UU. e instó al país norteamericano a revocar "inmediatamente su decisión errónea". Por su parte, la Casa Blanca instó a Pekín a abstenerse de recurrir al "ojo por ojo" en sus relaciones.