El primer ministro del Líbano, Hassan Diab, ha anunciado la dimisión del Gobierno, que ha sido objeto de críticas por el mal manejo de una carga peligrosa en el puerto de Beirut, que motivó la potente explosión que causó más de 160 muertos y una amplia devastación en la zona.
"Hoy anuncio la renuncia de este Gobierno. Que Dios proteja al Líbano", declaró en el marco de un discurso televisado.
Diab afirmó que la explosión se produjo como consecuencia de la "corrupción endémica".
Los políticos "deben sentirse avergonzados de sí mismos porque su corrupción es lo que llevó a este desastre, que había sido escondido durante 7 años", reiteró, añadiendo que apoya las peticiones de que las personas responsables de "este crimen" sean llevadas a juicio.
"Damos un paso atrás para estar junto al pueblo, con el fin de emprender la lucha por el cambio con ellos. Queremos abrir la puerta al rescate nacional, al rescate en cuyo logro los libaneses participarán", reiteró.
El Gabinete ha estado bajo presión, luego que más de 160 personas murieran y más de 6.000 resultaran heridas el pasado 4 de agosto tras una potente explosión de una carga peligrosa almacenada en el puerto capitalino. Miles de personas quedaron sin hogar.
El pasado fin de semana se registraron protestas masivas en Beirut por la mala gestión de los materiales explosivos. Los manifestantes asaltaron varios ministerios, lanzaron piedras y bloquearon una calle cerca del Parlamento. En el área se registró un incendio, mientras los activistas trataron de irrumpir en la zona. La Policía usó gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes.