El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó este viernes en una entrevista concedida a Al-Arabiya que hay que "evitar la división del mundo en dos partes", cada una de las cuales tendría "su propia moneda, Internet, reglas de comercio y estrategia en materia de inteligencia artificial".
El dirigente del organismo internacional habló sobre la escalada de tensiones entre EE.UU. y China y admitió que existen muchas diferencias entre el país norteamericano y el gigante asiático: "Distintos sistemas, distintas políticas en muchos aspectos".
"Nos enfrentamos a desafíos tan dramáticos como el covid-19, el cambio climático, riesgos de conflictos y de inestabilidad que extienden la anarquía a tantas partes como en el espacio cibernético [...], por eso es muy importante evitar esa fractura", subrayó Guterres, y agregó que la division podría llevar a "una posible confrontación en el futuro".
Tensión entre China y EE.UU.
En los últimos años, las relaciones entre China y EE.UU. se agravaron hasta un punto caracterizado por varios expertos como una guerra comercial, que tuvo como resultado la prohibición por parte de la Casa Blanca de varias compañías chinas, entre ellas Huawei, TikTok y WeChat.
Al mismo tiempo, recientemente ha aumentado la tensión político-militar entre las dos potencias. Una manzana de discordia son las aguas alrededor de las islas Paracelso, en el mar de la China Meridional, controladas por China pero disputadas por Vietnam, Filipinas, Brunéi y Malasia. En julio, el secretario de Defensa de EE.UU., Mark Esper, aseguró que el Pentágono desplegaría buques en esas aguas y nadie podría impedirlo, y a mediados de agosto entró en la zona el portaaviones USS Reagan. Una semana después, Pekín inició en este mismo mar unas maniobras navales, durante las cuales un avión de reconocimiento estadounidense penetró en la zona de exclusión aérea china. El viernes, el asesor de Seguridad Nacional de Donald Trump, Robert O'Brien, afirmó que "EE.UU. siempre se reserva el derecho de tener libertad de navegación y libertad de aviación" en el mar.
Otro punto de tensión es Taiwán, considerado una parte integral de China por Pekín y un Estado independiente por Washington. A mediados de agosto se reportó que la isla comprará un lote de cazas estadounidenses Lockheed Martin F-16 Viper. En respuesta, desde China afirmaron que el gigante asiático "tomará todas las medidas necesarias para contrarrestar" una posible nueva ronda de venta de armas de EE.UU. a Taiwán. Por su parte, O'Brien aseveró que China "intimida" las autoridades de la isla.