Este 12 de septiembre, han comenzado en Doha las conversaciones entre los representantes del Gobierno afgano y el movimiento radical Talibán con fin de lanzar un proceso de paz en el país.
Durante la ceremonia de inauguración de las conversaciones interafganas, el jefe de la delegación de los talibanes, Mullah Abdul Ghani Baradar, ha asegurado que "el movimiento Talibán quiere construir en Afganistán "la paz y la estabilidad del futuro". Además, ha exigido "a todas las partes que persigan los intereses de toda la sociedad afgana, no de una parte del pueblo".
Por su parte, Abdullah Abdullah, jefe del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional que supervisa las conversaciones, comentó que las partes no necesitan ponerse de acuerdo en todos los detalles, pero deberían anunciar un alto el fuego humanitario. Abdullah indicó que a pesar del acuerdo firmado a finales del pasado mes de febrero entre EE.UU. y los talibanes, desde entonces 1.200 personas han muerto y más de 15.000 han resultado heridas en ataques en todo el país.
En este contexto, el funcionario señaló que, si las partes consiguen una paz duradera, protegerán de este modo la independencia de Afganistán y podrán lograr un sistema basado en los principios islámicos que preserve los derechos de todas las personas. "Ambas partes serán héroes de la paz", le cita AP.
El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, presenció la ceremonia y destacó que el resultado de las conversaciones depende completamente de los afganos, y no EE.UU.
El pasado 29 de febrero, EE.UU. y los talibanes firmaron en Catar el primer acuerdo de paz en más de 18 años de guerra, que prevé la retirada de las tropas extranjeras de Afganistán en 14 meses y el inicio de un diálogo interafgano tras acordar el intercambio de prisioneros. Hasta el momento, el Ejército de EE.UU. salió de 5 de sus bases en Afganistán como parte de este acuerdo y confirmó la pronta reducción de su contingente en el país, dejándolo en 4.500 efectivos.