La Armada de EE.UU. realiza ejercicios de gran escala para combatir contra sumergibles de Rusia
La agrupación naval de la Armada de EE.UU. en el Atlántico Norte practicó operaciones antisubmarinas como parte de las maniobras Black Widow 2020 ('viuda negra', en inglés) que realiza del 12 al 18 de septiembre, según detalló el Instituto Naval estadounidense.
En esos ejercicios participó un buque de asalto anfibio Wasp, los destructores USS McFaul (DDG-74) and USS Arleigh Burke (DDG-51), dos submarinos de ataque de propulsión nuclear, aviones antisubmarinos P-8 Poseidon y dos escuadrones de helicópteros de ataque embarcados.
Washington desea que su Marina de Guerra esté lista para luchar contra submarinos enemigos "independientemente de la plataforma naval", declaró el comandante de la Segunda Flota de EE.UU., el vicealmirante Andrew Lewis, a Navy Times.
Sin embargo, en su rueda de prensa los oficiales de la Armada norteamericana no quisieron comentar si encontraron algún sumergible de Rusia durante esas prácticas.
El Pentágono desea mejorar las habilidades de guerra antisubmarina de la Armada de EE.UU. debido a "la expansión activa" de la presencia de Rusia "en aguas frente a las costas estadounidenses".
"Se sabe muy bien que nuestra patria ya no es un santuario, así que debemos estar preparados para llevar a cabo operaciones de combate de alto nivel en aguas locales tal como hacemos en el extranjero", manifestó el comandante de las Fuerzas Submarinas de EE.UU. en el Atlántico, el vicealmirante Daryl Caudle.
En los últimos años, diversos oficiales de la Marina de EE.UU. encendieron las alarmas por la presunta actividad de submarinos rusos cerca de cables submarinos que atraviesan el océano Atlántico y resultan vitales para la comunicación entre Norteamérica y Europa.
Mientras tanto, el Pentágono busca una mayor financiación para la Marina de Guerra norteamericana y el secretario de Defensa de EE.UU., Mark Esper, anunció esta semana un ambicioso plan por el creciente desafío marítimo que presenta China.
El programa que el jefe del Pentágono presentó ante la Corporación RAND el pasado 16 de septiembre requiere agregar miles de millones de dólares al presupuesto de la Armada de EE.UU. hasta 2045 para pasar de 293 a 355 buques.
Esa iniciativa aumentaría tanto la flota de superficie como las capacidades de lucha antisubmarina con la incorporación del dron Sea Hunter, un sumergible no tripulado de 40 metros que ya está en pruebas y podría inspeccionar los mares en busca de submarinos rivales de forma autónoma durante más de dos meses.