Rodrigo Londoño, presidente del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) —formado tras la desmovilización de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia—, reiteró este martes que la extinta guerrilla fue la responsable del asesinato del líder conservador y excandidato presidencial Álvaro Gómez Hurtado, en 1995, y que entregarán "elementos" a la Justicia para probar su autoría.
"Efectivamente fuimos las FARC-EP las únicas responsables del execrable hecho de haber privado de su vida al doctor Álvaro Gómez Hurtado. Y la Jurisdicción Especial para la Paz, así como la Comisión de la Verdad, recibirán de nosotros los elementos que pueden acreditarlo", dijo Londoño en una carta abierta dirigida al exministro colombiano Álvaro Leyva Durán, miembro del Partido Conservador.
El dirigente de la FARC publicó la misiva después de que se desatara una polémica en el país sudamericano, luego que antiguos miembros de la guerrilla afirmaran a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que la agrupación fue la autora del homicidio de Gómez Hurtado.
"El doctor Álvaro Gómez Hurtado merece descansar en paz. Consideramos de elemental humanidad que se lo permitan, que dejen de victimizarlo una y otra vez con el fin de saciar aspiraciones. Somos los únicos responsables de su muerte, por favor, que dejen de buscar el ahogado aguas arriba", añade Londoño en la carta.
En el texto, el líder de FARC, expresa, una vez más, el compromiso del partido por la verdad en Colombia.
"Doctor Leyva, confesado este y otros crímenes por nosotros, nos unimos a su clamor por la verdad. Solo así cerraremos la página horrorosa de la guerra", manifestó.
También enfatizó: "Hoy más que nunca somos conscientes de la barbaridad que envuelve la nefasta idea según la cual el que la hace la paga. Pensar así llevó nuestra nación al abismo. Doctor Leyva, tiene usted toda la razón, el Acuerdo Final de Paz es la puerta abierta a la Colombia que merecen las próximas generaciones".
La polémica en Colombia
El asesinato de Gómez Hurtado —quien era hijo del expresidente conservador Laureano Gómez, que gobernó Colombia entre 1950 y finales de 1951— ocurrió la mañana del 2 de noviembre de 1995 en Bogotá, tras ser atacado cuando salía de dar clases en la Universidad Sergio Arboleda.
Al momento de su muerte, el político se posicionaba como uno de los principales referentes de la oposición, mientras el país era gobernado por Ernesto Samper (1994-1998), del Partido Liberal Colombiano (PLC).
La confesión de la FARC ha generado polémica en Colombia, porque hasta ahora, solo se manejaban dos hipótesis sobre este homicidio. Una, que su muerte estaba ligada al narcotráfico y la otra la relacionaban con el Ejército.
También, durante años, se ha acusado a Samper de ser el instigador de este crimen. En abril pasado, la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes del Congreso de Colombia reabrió un proceso contra el expresidente por este asesinato.
Apenas conoció la noticia acerca de que la FARC se adjudicó el asesinato, Samper manifestó su sorpresa. "En los últimos años, hemos sido víctimas de los insultos y calumnias de la familia de Álvaro Gómez, movidos por mezquinos intereses económicos", dijo el exmandatario, quien también culpó a la extinta guerrilla de las acusaciones en su contra, por el silencio guardado durante estos años.