Un informe acusa a seis instituciones financieras de EE.UU. de tener "un papel clave" en la destrucción de la Amazonía
Seis instituciones financieras estadounidenses son señaladas de tener "un papel clave" en la destrucción de la Amazonía, al invertir millones de dólares en empresas vinculadas con violaciones de derechos ambientales e indígenas, según un informe publicado este martes por la ONG Amazon Watch.
La investigación, que ha sido realizada junto la Articulación Brasileña de los Pueblos Indígenas de Brasil (Apib), señala a BlackRock, Citigroup, JPMorgan Chase, Vanguard, Bank of America y Dimensional Fund Advisors.
El informe de 45 páginas, titulado "Complicidad en la destrucción III: cómo las empresas globales contribuyen a las violaciones de los derechos de los pueblos indígenas en la Amazonía brasileña", destaca que, entre 2017 y 2020, estas corporaciones invirtieron 18.000 millones de dólares en nueve compañías que "posibilitan violaciones de derechos ambientales e indígenas".
Las empresas brasileñas y multinacionales mencionadas son las mineras Vale, Anglo American, Belo Sun; las compañías de agronegocio Cargill, JBS, Cosan/Raízen; y las energéticas Energisa Mato Grosso, Equatorial Energia Maranhão y Eletronorte.
"Una red internacional"
El estudio relaciona a estas empresas con abusos que incluyen invasiones de tierras, violación de los derechos de los pueblos indígenas, violencia contra las comunidades originarias, deforestación ilegal y uso de pesticidas, entre otras cosas.
"El flujo de inversiones extranjeras en empresas que operan en Brasil se ha expandido hasta convertirse en una intrincada red internacional. A medida que avanzan los proyectos, los pueblos indígenas muchas veces son tratados como un 'obstáculo para el desarrollo' y sus tierras son invadidas, ocupadas, saqueadas y destruidas", denunció el líder y abogado indígena Eloy Terena.
Por su parte, Christian Poirier, director de programas de Amazon Watch, alertó que las investigaciones llevadas a cabo muestran que compañías como "BlackRock, Vanguard y JPMorgan Chase utilizan dinero de sus clientes para permitir comportamientos irresponsables de empresas implicadas en violaciones de los derechos indígenas y en la devastación de la selva amazónica".
"Esta complicidad financiera con la destrucción contradice las promesas climáticas y de derechos humanos que promocionan algunas de estas empresas", añadió Poirier.