Suecia limitará las reuniones públicas a un máximo de ocho personas por primera vez desde el comienzo de la pandemia de coronavirus, anunció este lunes el primer ministro del país, Stefan Lofven, en una conferencia de prensa. El mandatario justificó la decisión por la necesidad de hacer bajar la curva de contagios.
Esta nueva norma no es una recomendación, como muchas de las medidas que ha tomado el Gobierno sueco contra el coronavirus, sino una obligación incluida en la Ley de Orden Público. Entrará en vigor el 24 de noviembre, inicialmente por un período de cuatro semanas. Las persones que la infrinjan podrán enfrentar multas o incluso una pena de hasta seis meses de prisión. La medida se aplicará a eventos públicos como conciertos o competiciones deportivas, pero no a escuelas, lugares de trabajo o reuniones privadas.
Los bares y restaurantes continuarán pudiendo acoger a más de ocho clientes, pero en una mesa no se podrán sentar más de ocho comensales. Al mismo tiempo, ya no podrán albergar eventos como conciertos, a los que sí se les aplicará la norma de un máximos de ocho espectadores.
Las nuevas restricciones llegan solo unas semanas después de que el Gobierno del país retirara las medidas adicionales para las personas del grupo de riesgo.
La estrategia que ha elegido Suecia para combatir la pandemia puso al país bajo la mirada de todo el mundo. El Gobierno sueco no exige el uso de mascarillas, ni ha declarado ningún confinamiento, pero llama a la población a limitar los contactos fuera del hogar. No obstante, frente a la segunda ola del coronavirus las autoridades empezaron a introducir recomendaciones más estrictas. La semana pasada, Stefan Lofven declaró que ante el aumento de los casos de covid-19 el país está "avanzando hacia tiempos más oscuros".