Cuatro personas murieron cuando partidarios del presidente Donald Trump irrumpieron violentamente en la sede legislativa de EE.UU. El jefe de la Policía de Washington D.C., Robert Contee, informó que entre las víctimas de este miércoles se cuenta una mujer que recibió un disparo de la policía del Capitolio, así como otras tres personas que fallecieron en "emergencias médicas".
La mujer que recibió el impacto de bala, identificada como Ashli Babbitt, intentó romper una puerta protegida por barricadas y defendida desde el otro lado por policías armados. Tras el disparo, fue hospitalizada y poco después falleció.
Asimismo, 14 oficiales resultaron heridos, uno de ellos de gravedad y actualmente hospitalizado. Mientras, otro agente presenta heridas faciales importantes después de ser alcanzado por un proyectil.
Además, se informó que durante la ocupación del edificio y aproximadamente por una hora, tanto las fuerzas del orden como los partidarios de Trump lanzaron irritantes químicos.
Objetos incautados y personas arrestadas
Los oficiales de policía del Distrito de Columbia también comunicaron que incautaron dos bombas de niple o tubo: una en las afueras del Comité Nacional Demócrata y otra en las del Comité Nacional Republicano. Además, en la hielera de un vehículo encontraron un arma de fuego y luego un cóctel molotov en los terrenos del Capitolio.
Por otra parte, las autoridades señalaron que 52 personas fueron arrestadas tras los disturbios.
Durante las manifestaciones, se reportó un enfrentamiento armado entre la Policía y partidarios de Trump en la puerta de la Cámara de Representantes. Los agentes cerraron los ingresos al recinto y sacaron sus armas, mientras que los manifestantes siguieron golpeando las puertas y, según informes, vandalizando el edificio.
Ante las consecuencias de la violentas manifestaciones, la alcaldesa de Washington D.C., Muriel Bowser, anunció que el estado de emergencia regirá en la capital estadounidense por un total de 15 días.
Se reanuda la sesión del Congreso
El Senado estadounidense reanudó su debate sobre los resultados de las elecciones presidenciales, en un acto formal que debería entregar la victoria al demócrata Joe Biden. La sesión se lleva a cabo más de seis horas después de que turbas a favor de Trump atacaran el Capitolio y obligaran a los legisladores a suspender la reunión.
El actual líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, afirmó que el Congreso "no se dejará disuadir" en caso de confirmarse los resultados de las elecciones presidenciales. Mientras tanto, varios legisladores republicanos han cambiado de rumbo y ahora afirman que no se opondrán a la certificación de Joe Biden como presidente electo.