El avión de Aerolíneas Argentinas que transporta 300.000 dosis del segundo componente de la vacuna rusa contra el coronavirus Sputnik V al país suramericano aterrizó la mañana de este sábado en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
El Airbus 330-200, con una tripulación de 20 personas, partió del aeropuerto de Moscú-Sheremétievo el viernes. El vuelo duró 16 horas y 31 minutos.
El primer cargamento, también con 300.000 dosis, arribó a Argentina el pasado 24 de diciembre y cinco días después inició la campaña de vacunación en todas las provincias del país, comenzando por el personal de salud.
Hasta el momento ya se han aplicado más de 200.000 dosis de Sputnik V, según informó la secretaria de Acceso a la Salud del Ministerio de Salud de Argentina, Carla Vizzotti. El pasado diciembre, el presidente Alberto Fernández anunció que el Gobierno había alcanzado un acuerdo con Rusia para "vacunar a 10 millones de personas" en los primeros meses del año.
La vacuna Sputnik V en América Latina
La vacuna Sputnik V, desarrollada por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, de Moscú, utiliza una tecnología de adenovirus humano de dos vectores diferentes, Ad26 y Ad5, que se aplican en dos inyecciones, a administrar con una separación de 21 días entre una y otra.
Esta solución no contiene adenovirus humanos vivos, sino vectores adenovirales, que no se multiplican y resultan completamente seguros para la salud. De hecho, el fármaco se basa en una plataforma de dos vectores ya existente con la que ya se crearon otras vacunas. Los resultados obtenidos durante la tercera fase de los ensayos clínicos de Sputnik V mostraron que la eficacia del fármaco ruso es del 91,4%.
Con respecto al uso de Sputnik V en la región latinoamericana, el director ejecutivo del Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF), Kirill Dmítriev, expresó su deseo de que "más países de la región también la aprueben pronto" y estén listos "para aunar esfuerzos en la lucha contra la pandemia".
Hasta ahora Bolivia, Venezuela, Paraguay y Argentina han aprobado el uso de este fármaco. Mientras tanto, Brasil se encuentra a la espera de que su Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) autorice las pruebas de la fase 3 de los ensayos clínicos.