El activista y cantante de rap español Pablo Hasel se encuentra encerrado junto a varios miembros de la plataforma que reclama su libertad en el edificio del rectorado de la Universidad de Lleida (Cataluña, España), para evitar que la Policía le detenga para llevarle a la cárcel.
Esta acción tiene lugar tres días después de que se haya cumplido el plazo establecido por la Audiencia Nacional para su ingreso voluntario en prisión, por una condena a nueve meses y un día por los delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona y a las instituciones del Estado por el contenido de 64 tuits y una canción de su autoría.
"Estoy encerrado junto a bastantes solidarios en la Universidad de Lleida, tendrán que reventarla para detenerme y encarcelarme", anunció el rapero en Twitter este mismo lunes, dando detalles de su ubicación exacta por si alguna persona afín a su causa "quiere echar una mano".
El pasado viernes, día en que expiraba el plazo indicado por la autoridad judicial, Pablo Hasél ya anunció en otro tuit su negativa a entrar voluntariamente en la cárcel.
"Sería una humillación indigna acudir por mi propio pie ante una sentencia tan injusta", escribió al respecto. "Tendrán que venir a secuestrarme", añadió, adelantando lo que efectivamente ha sucedido este lunes.
La plataforma 'Llibertat Pablo Hasél' ha publicado en su perfil de Twitter un hilo que muestra algunas imágenes del encierro. En la principal puede apreciarse el candado que mantiene cerrada la puerta que bloqueará el paso de quien intente aprehender al rapero para llevárselo detenido. En otra se puede ver al artista atendiendo a algunos periodistas en el interior del recinto universitario en el que ha decidido encerrarse.
Condena ratificada por el Supremo
La Audiencia Nacional exige su encarcelamiento en cumplimiento de una condena dictada en septiembre de 2018 y ratificada el pasado mes de junio por el Tribunal Supremo, que impone al artista los mencionados nueve meses de cárcel.
En el dictamen en el que el Alto tribunal confirmó la sentencia, se argumenta que Hasél había sido condenado "por incluir en su perfil en redes sociales comentarios en forma de tuits donde se incorporaban videos que incitaban a la violencia", además de otros mensajes que los magistrados han considerado "enaltecedores del terrorismo y vejatorios para la Corona y otras Instituciones del Estado como las Fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado".
La acusación por el delito de injurias contra la Corona que le sentó en el banquillo en 2018 también se fundamenta en la letra de una de sus canciones, el rap 'Juan Carlos el Bobón', en la que califica al rey emérito español de "capo mafioso" y le acusa de gastarse el dinero público "en juergas y putas".
Sobre Hasél pesaba además otra condena a dos años de prisión dictada en 2014, cuya ejecución está en suspenso, también por enaltecimiento del terrorismo, esta vez por el contenido de otra de sus canciones, que contenía alusiones supuestamente laudatorias a diversas bandas terroristas.
Precisamente, ahora entra en prisión por tener antecedentes penales, puesto que en España no se suele privar de libertad con condenas inferiores a los dos años. Además, la actual condena a nueve meses y un día de cárcel podría verse aumentada hasta los dos años y cuatro meses si el rapero no abona la multa de 30.000 euros impuesta, que Hasél ya ha afirmado que no piensa pagar.