El Gobierno de Argentina afronta la polémica desatada por el presunto 'vacunatorio VIP', por medio del cual políticos, periodistas, empresarios y otros miembros de los círculos de poder habrían conseguido inocularse contra el coronavirus, sin necesidad de esperar su turno y cuando no les correspondía.
Este lunes, la nueva ministra de Salud Carla Vizzotti, reemplazante del dimitido Ginés González García, se refirió a la lista de 70 vacunados VIP, difundida por la Casa Rosada, y dijo que la mayoría de los beneficiados eran "personal estratégico", en referencia a algunos funcionarios que recibieron dosis de la Sputnik V.
Para Vizzotti "no hay un vacunatorio VIP" sino que las anomalías denunciadas fueron una "situación puntual, incorrecta y reprochable", por la cual el presidente Alberto Fernández adoptó una "medida inmediata y fuerte", que fue la de pedirle la renuncia a un "gran ministro", como definió el mandatario a González García.
Este martes, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, fue más allá y dijo que lo del 'vacunatorio VIP' fue un "invento de los periodistas". Según argumentó, solo se trató de la "distribución errónea de un puñado de vacunas". El resto, explicó, se administró a personal que formaba parte de alguna misión oficial al extranjero, como es el caso del ministro de Economía, Martín Guzmán, y varios de sus colaboradores, que deben viajar a Washington, EE.UU., para negociar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Luego aparecen casos comprensibles como la vacunación del presidente Fernández; la vicepresidenta Cristina Kirchner; o el gobernador de Buenos Aires Axel Kicillof, quienes, además de ocupar cargos ejecutivos de máxima relevancia, se inocularon con el objetivo de generar confianza en la población, en medio de una aguda campaña mediática y opositora contra la Sputnik V, a la que ha llegado a calificar como "veneno".
Un expresidente y un empresario, entre los privilegiados
Sin embargo, uno de los nombres más resonantes que figuran en la nómina oficial es el del expresidente Eduardo Duhalde, quien hizo vacunar a toda su familia. Peronista y exvicepresidente de Carlos Menem en los años 90, Duhalde no es funcionario, sino un político vinculado al ala más conservadora del Partido Justicialista.
De hecho, el dirigente alertó en agosto del año pasado un posible "golpe de Estado" en Argentina, aunque luego de una ola de críticas pidió disculpas y atribuyó su temerario vaticinio a "actitudes psicóticas" causadas por la extensa cuarentena.
En el listado entregado oficialmente se confirman también los casos del periodista Horacio Verbitsky, quien reveló la trama al reconocer que se había vacunado luego de llamar a su "amigo" Ginés González García, y el empresario marplatense Florencio Aldrey Iglesias, quien también extendió el beneficio a su familia.
Con 89 años, Aldrey Iglesias es uno de los directivos de la cadena internacional de hoteles NH, y controla el multimedio más importante de Mar del Plata, La Capital, además del porteño diario La Prensa. El empresario, que está en las antípodas de las ideas del kirchnerismo, ha tenido siempre un vínculo estrecho con el poder, del signo político que sea.
Aunque son 70 en la lista oficial, en las últimas horas se conoció que el líder del gremio de Camioneros y presidente del club Independiente, Hugo Moyano, recibió la Sputnik V al igual que su pareja y uno de sus hijos, de 20 años, por lo que la nómina de personas que recibieron el antídoto antes de que les correspondiera podría ser más extensa.
Moyano dijo que accedió al medicamento por estar al frente de dos obras sociales, informó Télam, aunque no trabaja en la primera línea de la atención sanitaria, como otros ciudadanos que aún esperan su dosis.
¿Una payasada o un hecho de corrupción?
Por lo pronto, la Justicia avanzó con algunas medidas para determinar si funcionó un sistema de vacunación paralelo. La jueza María Eugenia Capuchetti ya ordenó un allanamiento en el edificio de la cartera sanitaria —donde se aplicaron algunas dosis por orden del exministro, ahora imputado—, y está tomando declaraciones al personal del Hospital Posadas, que administró la vacuna.
Desde México, este miércoles Alberto Fernández sostuvo que la denuncia que se presentó contra el Gobierno por el caso de las 'Vacunas VIP' era una "payasada", y les pido a fiscales y jueces que investiguen "verdaderos delitos", ya que, a su juicio, "no hay ningún tipo penal que diga que será castigado el que se vacunó y adelantó la fila".
Más allá de lo que considera el jefe de Estado, en Argentina podrían aplicarse para este caso varios artículos del Código Penal argentino que castigan hechos de corrupción, como los que refieren a "abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionarios públicos", "malversación de caudales públicos" o "peculado". La tipificación del delito y el castigo que corresponda, en caso de considerarlo así, quedará en manos de la Justicia.
Emmanuel Gentile
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