La Corte de Apelación de Milán ha reconfirmado este miércoles la condena de 9 años de prisión al exfutbolista brasileño Robinho (Robson de Sousa) por su participación en una violación en grupo en 2013. De este modo, la Justicia italiana rechaza por segunda vez el recurso de apelación interpuesto por el delantero.
Aunque el tribunal de segunda instancia ya había dado a conocer su veredicto en diciembre del año pasado, hoy fue divulgado por primera vez el texto con la sentencia condenatoria. De acuerdo con el diario brasileño Folha de Sao Paulo, en el documento se habla de "un particular desdén [de Robinho] en relación a la víctima", quien habría sido "brutalmente humillada", y de un intento de alterar las investigaciones "ofreciendo a los investigadores una versión falsa y previamente concertada de los hechos".
Por otro lado, la resolución judicial subraya que se encontraron contradicciones en las versiones de los acusados. En un primer momento, Robinho negó haber tocado a la víctima y más adelante admitió haber tenido relaciones sexuales "consensuadas" con ella. Al mismo tiempo, en unas llamadas interceptadas conversando con sus amigos, el deportista afirma que la joven estaba "completamente borracha" hasta el punto de "no saber ni lo que pasó".
Ante la reciente decisión judicial, la defensa de Robson de Sousa optará por una tercera apelación ante el Tribunal de Casación, la última que podrá interponer y cuya resolución se considerará definitiva. De volver a ser declarado culpable, deberá pagar una multa de 60.000 euros (unos 71.000 dólares) y cumplir los nueve años de cárcel, subraya el portal UOL.
Los hechos tuvieron lugar el 22 de enero del 2013, cuando Robinho, junto con 5 otras personas, agredieron sexualmente a una joven albanesa en un club nocturno de Milán donde ella estaba celebrando su cumpleaños. La víctima, que conocía a Robinho desde 2011, reconoce que pese a tener "algunos destellos de esa noche", en realidad no podía hablar ni ponerse en pie. Además, indicó que mientras estaba en ese lugar "se dio cuenta" de que Robinho y un amigo se estaban "aprovechando" de ella.
Un año después, en abril de 2014, el exjugador del Real Madrid negó los cargos. Si bien admitió que mantuvo relaciones sexuales con la víctima, asegura que fue una relación de sexo oral consensuada, sin que hubiera más participantes. Su defensa insiste en que no se puede demostrar que el acto sexual fue cometido sin el consentimiento de la joven.