Japón está acelerando el trabajo en la creación de un caza de nueva generación de diseño propio. Según el canal de televisión NHK, Mitsubishi Heavy Industries, el contratista del proyecto, ha seleccionado un grupo de 500 especialistas para el desarrollo de un avión de combate en el que participarán siete compañías.
El equipo tiene como objetivo construir un prototipo de un nuevo avión antes 2027 y comenzar su producción en serie a partir de 2031, una vez terminada la construcción de varios prototipos de pruebas de vuelo.
En noviembre de 2020 el Ministerio de Defensa de Japón nombró a Mitsubishi Heavy Industries como el contratista principal de su programa de aviones de combate de próxima generación F-X y anunció la firma de un contrato por 40.000 millones de dólares con la compañía para diseñar y construir la nueva aeronave.
Está previsto que el nuevo caza sea un bimotor y contenga elementos de sigilo. Se espera que estas aeronaves reemplacen la flota de 90 aviones de combate F-2, desarrollada en colaboración con Lockheed en la década de los 90, en la Fuerza Aérea japonesa.
Lockheed Martin será el subcontratista que colaborará con Mitsubishi Heavy Industries en cuestiones de aeronáutica, siendo la tecnología sigilosa una de las principales áreas de cooperación.
Además, Japón planea desarrollar nuevas tecnologías en el campo de los materiales de aviación, incluidas las que absorben las ondas de radares enemigas, el desarrollo de radares de barrido electrónico activo (AESA) y motores turborreactores con postcombustión.