La alcaldesa boliviana agredida brutalmente por opositores en 2019 recuerda la persecución política del gobierno de Áñez
La senadora del Movimiento al Socialismo (MAS) Patricia Arce recordó las agresiones que sufrió por parte de opositores a Evo Morales, en noviembre de 2019, y las posteriores violaciones a los derechos humanos que cometió el gobierno de facto de Jeanine Áñez, tras el golpe de Estado en Bolivia.
En el marco de las violentas protestas registradas en Bolivia por sectores que no reconocieron la victoria de Morales en los comicios del 20 de octubre de 2019, la entonces alcaldesa del municipio de Vinto fue secuestrada, vejada y agredida por una multitud, el 6 de noviembre de 2019.
sentir la pintura en mi rostro y cuerpo fue humillante, escuchar los insultos de jóvenes armados llamados Resistencia Juvenil, fue muy doloroso, esos momentos que no se van de mi mente y fueron reproducidos por los Medios de Comunicación, sin eco alguno
— Patricia Arce Guzman (@PatriciaArceGu2) March 16, 2021
"Si me preguntan si tenía miedo, déjenme decirles que sí, que el dolor fue insoportable (...) caminar descalza no fue fácil, recibir los golpes que dejaron huellas en mi cuerpo fue doloroso", escribió Arce Guzmán en su cuenta de Twitter.
Aquel día, una turba de personas armadas y opositoras a Morales, ingresaron al edificio de la alcaldía ubicada en la provincia de Quillacollo, en el departamento de Cochabamba, y secuestraron a Arce Guzmán. En el trayecto de más de siete kilómetros, la mujer fue golpeada, rapada y le arrojaron pintura roja en todo su cuerpo.
"Sentir la pintura en mi rostro y cuerpo fue humillante, escuchar los insultos de jóvenes armados llamados Resistencia Juvenil, fue muy doloroso, esos momentos que no se van de mi mente", agregó la exalcaldesa de Vinto en su cuenta de Twitter.
En medio de la tensión social que se recrudeció en Bolivia, con enfrentamientos entre simpatizantes de Morales y opositores que exigían su renuncia por un supuesto fraude —nunca comprobado— en las elecciones del 20 de octubre de 2019, el Ayuntamiento de Vinto fue incendiado y la alcaldesa fue brutalmente agredida.
No obstante, las agresiones contra Arce Guzmán no terminaron ese día.
El 10 de noviembre de 2019, Morales presentó su renuncia a la Presidencia por presión del jefe de las Fuerzas Armadas y el comandante general de la Policía de Bolivia, quienes le instaron a hacerse a un lado. Con el golpe de Estado consumado, la segunda vicepresidenta del Senado, Jeanine Áñez, se autoproclamó presidenta interina.
Persecución política
Tras sufrir esta brutal agresión, la alcaldesa de Vinto denunció que ella y su familia fueron hostigados por el gobierno de facto.
El 21 de abril de 2020, Arce Guzmán fue detenida, junto a sus cinco hijos, acusados de haber organizado una fiesta y consumir bebidas alcohólicas durante la cuarentena por la pandemia del coronavirus.
Sin embargo, la mujer dio negativo a las pruebas de alcoholemia que le hicieron, por lo que denunció que la detención se trató de "persecución política" en su contra.
Por esa razón, Arce Guzmán recordó esta semana cómo violaron sus derechos por "órdenes de arriba" y la forma en la que el gobierno de facto ejerció la persecución política en su contra, al grado de "vulnerar los derechos" de su familia, incluyendo el traslado a un centro de infractores de su hijo menor.
"Gracias a Dios, recuperamos la democracia y estamos en un Estado de Derecho, y estoy segura de que ninguna mujer vivirá lo que pasé", expresó.
Arce Guzmán se postuló por un escaño en las elecciones generales del 18 de octubre de 2020 y resultó electa como senadora por el MAS. Actualmente es la presidenta de la Comisión de Justicia Plural, Ministerio Público y Defensa del Estado, en la cámara alta.